Un encendido debate se ha suscitado en los pasillos del Congreso del Estado de Puebla, luego de que la diputada local Graciela Palomares Ramírez, representante de Morena, anunciara la organización de una exposición del pintor Esteban Fuentes de María. Este anuncio ha sido recibido con críticas debido a que Fuentes de María fue acusado en 2022 de presunto tráfico de animales exóticos, lo que ha generado voces discordantes entre los legisladores y otros actores políticos en la entidad. Mientras algunos legisladores se han pronunciado a favor de la iniciativa, otros han expresado su rechazo y cuestionado la decisión de Palomares de promover al artista controversial.
A través de sus redes sociales, Graciela Palomares defendió el evento cultural proponiendo que el arte es un vehículo para presentar a Puebla al mundo, diciendo: “De Puebla para el mundo y del mundo para Puebla… Pronto Esteban Fuentes de María”. Sin embargo, esta declaración no ha sido suficiente para calmar las oleadas de críticas que han emanado dentro y fuera del Congreso, donde la preocupación no solo radica en el historial del artista, sino también en el impacto que su promoción podría tener sobre la imagen pública de la legislatura y su compromiso con la ética y la responsabilidad social.
Los diputados locales de Morena, Andrés Villegas Mendoza y Julio Huerta Gómez, salieron en defensa de Palomares, minimizando las acusaciones contra Fuentes de María. Villegas destacó que el enfoque de la exposición es cultural y que la responsabilidad sobre las acciones del artista recae en él, enfatizando que, en caso de que existan pruebas de culpabilidad, la discusión debería ser diferente. Por su parte, Huerta Gómez argumentó que todas las expresiones artísticas deben ser libres y no estar ligadas a ideologías políticas, lo que subraya la distancia que algunos miembros del partido están tomando respecto a las preocupaciones éticas planteadas por sus opositores.
Desde el Ayuntamiento de Puebla, sin embargo, se han manifestado voces de desacuerdo sobre la promoción de Fuentes de María en un espacio oficial. Varias regidoras de Morena han rechazado la iniciativa, señalando que el respaldo de Palomares podría deberse a una falta de información. Lupita Vanessa López y Alondra Méndez han subrayado que la administración municipal no apoya a personas acusadas de violencia hacia los animales, lo que contrasta con la decisión del Congreso de promover a Fuentes de María. Esta discordancia pone de manifiesto la divergencia dentro del mismo partido sobre cómo abordar la cuestión del arte y la ética, así como el papel que deben jugar los espacios públicos en la promoción cultural.
El caso ha transformado el debate en torno a la cultura en Puebla en una discusión más amplia sobre la ética pública y la responsabilidad institucional. Aunque Graciela Palomares continúa adelante con sus planes para la exposición, las críticas dirigidas hacia el artista, que incluyen su detención por la presunta venta de un mono araña y sus relaciones pasadas con gobiernos que han sido críticos del actual presidente, generan un dilema que muchos consideran crucial. Así, mientras algunos abogan por el desmarque de tendencias políticas en las expresiones artísticas, otros demandan un análisis más profundo sobre la legitimidad de utilizar recursos públicos para promover a quienes poseen antecedentes cuestionables.