Este viernes, Chile inició un nuevo proceso de reconducción de migrantes en situación irregular hacia Bolivia, un esfuerzo que se basa en el acuerdo firmado entre la ex ministra del Interior, Carolina Tohá, y el ministro de Gobierno boliviano, Eduardo del Castillo. Este acuerdo, que se formalizó en La Paz, forma parte del Acuerdo de Cooperación Migratoria que ambas naciones ratificaron en diciembre de 2024 en La Moneda. Según este convenio, Bolivia se comprometió a aceptar la reconducción de personas de terceros países que ingresen a Chile sin la debida autorización, facilitando así un manejo más eficiente de las fronteras en ambas naciones.
Con la implementación de este proceso, el Servicio Nacional de Migraciones de Chile anunciará un cambio significativo en la política migratoria del país. A partir de ahora, cualquier individuo detectado en situación irregular en las cercanías de la frontera, específicamente en un rango de 10 kilómetros, será inmediatamente reconducido a Bolivia y se le prohibirá el ingreso futuro a territorio chileno. Luis Eduardo Thayer, director del organismo, enfatizó la importancia de esta medida, señalando que refuerza la capacidad del país para controlar su frontera y apunta a una disminución en el flujo de ingresos irregulares.
El procedimiento de reconducción se llevará a cabo de manera ordenada y coordinada, con la participación de varias instituciones tanto chilenas como bolivianas. El primer paso en el proceso es la detección y registro de personas por parte de Carabineros o del personal del Ejército chileno. Estas autoridades tienen la responsabilidad de detener a aquellos que sean sorprendidos cruzando la frontera ilegalmente, tomándoles fotografías y registrando sus datos en un acta de control migratorio, un proceso que busca asegurar la identificación adecuada de cada individuo.
Posteriormente, los migrantes detenidos serán trasladados al complejo fronterizo donde la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) llevará a cabo un registro biométrico. Este procedimiento no solo facilita el control migratorio, sino que también permite documentar oficialmente la prohibición de ingreso a Chile, la cual se emitirá en ese instante. La implementación de tecnologías biométricas es una parte clave del esfuerzo, pues garantiza que se lleven registros precisos y actualizados sobre las personas que intentan ingresar al país de manera irregular.
Finalmente, una vez que se complete el proceso de registro y se emita la prohibición de ingreso, la PDI será responsable de trasladar al migrante hasta la frontera con Bolivia. Allí, se realizará la entrega oficial a las autoridades bolivianas, quienes emitirán un acta de recepción para controlar el proceso migratorio. Este nuevo protocolo de reconducciones representa no solo un paso importante en la política migratoria chilena, sino también un testimonio del compromiso de ambos países en la cooperación para la gestión de flujos migratorios en la región.
