La reciente victoria de José Antonio Kast en la segunda vuelta presidencial ha generado un profundo impacto en el panorama político chileno, y según el exvocero Francisco Vidal, este resultado representa un punto de quiebre para la izquierda del país. En una conversación con Canal 13, Vidal reflexionó sobre la necesidad de aprender del pasado, resaltando que «la historia te enseña prudencia en la victoria y dignidad en la derrota». Su comentario resuena con la actualidad, dado que muchos analistas consideran que este revés electoral marca una de las derrotas más significativas para la izquierda chilena desde el retorno a la democracia en 1990.
Vidal no escatimó en señalar que, si bien la izquierda ha tenido un desempeño mixto en elecciones pasadas, esta derrota es emblemática. «Ganamos seis, hemos perdido tres, pero esta es lejos la derrota más grande», afirmó, enfatizando la magnitud histórica de los resultados. Su análisis también abarca el desempeño electoral de la izquierda y la centroizquierda en Chile, sugiriendo que los resultados no pueden ser entendidos sin un examen profundo de las dinámicas en los sectores populares, donde están surgiendo nuevos desafíos.
El exautoridad destacó que la derecha siempre ha tenido un fuerte apoyo en comunas como Vitacura, pero lo que realmente ha cambiado esta vez es la capacidad de la derecha de conectar con las preocupaciones cotidianas de la ciudadanía. Según Vidal, la clave de este éxito republicano radica en las demandas urgentes que han resonado en la población, siendo la seguridad ciudadana y la migración los temas principales que han calado hondo entre los votantes. Esto plantea la interrogante de cómo los partidos de izquierda efectuarán un cambio en su narrativa para abordar estas inquietudes.
En un ejercicio de autocrítica, Vidal reconoció que la campaña oficialista no logró comunicar de manera efectiva que los temas de seguridad pueden ser abordados desde una perspectiva progresista. «No logramos con eficiencia transmitir que el tema de la seguridad es de las políticas más progresistas», declaró, lo que indica la necesidad de una reevaluación de las estrategias comunicacionales de la izquierda. Esta falta de conexión podría ser un factor crucial que contribuyó a los resultados adversos en las urnas.
Finalmente, Vidal advirtió que los avances sociales de la izquierda tienen el riesgo de perder su relevancia si las preocupaciones diarias de la población, como el miedo a la delincuencia, no son debidamente atendidas. «Puedes avanzar en todo, pero si la gente tiene miedo al llegar a su casa, eso pesa», concluyó, encapsulando una preocupación que podría moldear los discursos y acciones políticas en el futuro cercano. En un contexto donde el miedo y la inseguridad se han convertido en temas prioritarios, el desafío para la izquierda será reconstruir su imagen y su conexión con el electorado.
