En el reciente informe anual de Amnistía Internacional, se ha revelado una alarmante cifra: solo el 0,6% de los casos de violencia policial durante el estallido social en Chile ha culminado en condenas judiciales. Esta aseveración fue realizada por Rodrigo Bustos Bottai, director ejecutivo de la organización en el país, quien denunciò no solo la falta de justicia, sino una preocupante regresión autoritaria en la nación. Con un total de 10.142 causas abiertas por delitos de violencia institucional, solo 59 han resultado en sentencias, lo que evidencia un estado de impunidad que exige acciones inmediatas por parte del Estado chileno para revertir esta grave situación y garantizar que la justicia alcance a todos los responsables, no solo a los ejecutores materiales de la violencia.
Bustos también destacó la importancia de que los altos mandos de Carabineros, como Mario Rozas, Ricardo Yáñez y Diego Olate, hayan sido formalizados por su responsabilidad en las violaciones a los derechos humanos. En su discurso, subrayó que estos líderes no tomaron las medidas necesarias que podrían haber prevenido el sufrimiento de miles de chilenos. Asimismo, hizo un llamado a la creación de una Ley de Reparación Integral para las víctimas de violencia policial, resaltando que la justicia debe abarcar no solo el castigo de los perpetradores, sino también el reconocimiento y reparación a las víctimas de las injusticias cometidas.
A nivel internacional, Bustos advirtió sobre el incremento de retrocesos en las libertades y derechos humanos, indicando que estas violaciones son alimentadas por factores globales que buscan establecer modelos de dominación. En su evaluación, mencionó la responsabilidad de las potencias como Estados Unidos, especialmente en contextos de conflicto en lugares como Gaza, y denunció la represión sistemática que sufren grupos vulnerables, incluidos las mujeres y defensores del medio ambiente. Este diagnóstico se agrava con la falta de acción frente a la crisis climática, destacando el desastrozo desempeño de la reciente COP29, que estuvo marcada por el dominio de intereses fósiles.
Al concluir su intervención, Bustos instó a la ciudadanía a no rendirse ante la involución autoritaria y a soltar la presión por justicia que llevan adelante las familias y víctimas de violaciones a los derechos humanos en el país. Les animó a informarse y a relacionar los desafíos de los derechos humanos en Chile con la lucha global por la justicia y la dignidad. Esta convocatoria es un llamado a la acción colectiva para enfrentar la impunidad y exigir un futuro mejor, en el que se respeten y protejan los derechos fundamentales de todas las personas.
Para obtener más información, Bustos invitó al público a consultar el informe completo de Amnistía Internacional, donde se detallan con mayor profundidad las violaciones a los derechos humanos tanto a nivel local como global. El discurso completo de Rodrigo Bustos Bottai se encuentra disponible en el sitio web de Amnistía Internacional, donde se ofrecen también recursos adicionales sobre el contexto de los derechos humanos en Chile y el mundo. La urgencia de abordar estos problemas se acentúa en un panorama donde la justicia parece lejana y el clamor por derechos y dignidad humana resuena con más fuerza que nunca.
