Este jueves 1 de mayo se conmemoraron tres años del trágico asesinato de la periodista Francisca Sandoval, quien perdió la vida en 2022 tras recibir un disparo mientras cubría una marcha del Día del Trabajador para el canal comunitario Señal 3 de La Victoria. En un acto de homenaje, alrededor de 40 personas, entre familiares, amigos y colegas, se reunieron en la intersección de calle San Alfonso con la Alameda, el lugar donde ocurrió el ataque, en pleno centro de Santiago. Esta conmemoración no solo recuerda la vida de Francisca, sino que también subraya la lucha por justicia para los periodistas que enfrentan la violencia al ejercer su labor.
El acto transcurrió en un ambiente de respeto, con una asistencia que se fue incrementando a medida que más personas se unieron para rendir tributo a la memoria de la reportera. Sin embargo, la situación se tornó tensa cuando efectivos de Carabineros intervinieron, utilizando gas pimienta para intentar dispersar a los asistentes. La represión eléctrica desembocó en la detención de varios participantes, incluyendo al padre de Francisca Sandoval, lo que fue considerado por muchos como un acto violento y desproporcionado contra un homenaje pacífico.
Organizaciones sociales y medios comunitarios denunciaron la intervención policial como un intento de reprimir el ejercicio del derecho a la protesta y la conmemoración. Testigos del evento afirmaron que no hubo provocaciones ni altercados previos que justificaran la llegada de Carabineros. Además, expresaron su indignación y tristeza por la forma en que se trató a la familia de Francisca Sandoval durante este acto, resaltando la necesidad de recordar su legado en un contexto que debe ser de reivindicación, no de violencia.
Por su parte, Carabineros justificaron la detención del padre de la periodista alegando que existía una orden pendiente por antecedentes de conducción bajo los efectos del alcohol. Sin embargo, esta explicación generó críticas entre los asistentes, quienes consideraron que esta situación era un intento de deslegitimar la conmemoración y silenciar las voces de los que exigen justicia. Grupos de derechos humanos y diversas organizaciones culturales expresaron su solidaridad con la familia de Francisca, condenando la represión policial.
La conmemoración del asesinato de Francisca Sandoval no solo es un recordatorio del compromiso de los periodistas que arriesgan sus vidas, sino también un llamado a la reflexión sobre el actual clima de represión en Chile. Esta jornada ha dejado en evidencia la profunda insatisfacción con la respuesta del aparato policial hacia quienes luchan por la verdad y la justicia, especialmente en un contexto histórico cargado de violencia y conflicto social. La lucha por los derechos humanos y la memoria de Francisca sigue viva entre quienes no están dispuestos a olvidar.
