Hasta las 23:59 del miércoles 30 de abril se extendió el plazo para inscribir candidaturas a las primarias programadas para el 29 de junio. En este contexto, los aspirantes del oficialismo se dieron cita esta mañana frente a la sede del Frente Amplio (FA), ubicada en la calle Esmeralda, en pleno corazón de Santiago. Las figuras presidenciales, entre ellas Carolina Tohá del Partido por la Democracia (PPD), Gonzalo Winter del FA, Jeannette Jara del Partido Comunista (PC) y Jaime Mulet del Frente Regional Verde Social (FRVS), estaban acompañadas por sus equipos y simpatizantes, listos para formalizar sus postulaciones en el Servicio Electoral (Servel). La atmósfera era de expectativa, mientras los candidatos mostraban su determinación de avanzar en el proceso electoral.
Luego de completar el trámite en Servel, Gonzalo Winter, representante del FA, tomó la palabra para resaltar la importancia de la unidad entre los partidos progresistas. Winter afirmó: «Hoy estamos unidos quienes entendemos que lo que nos une es mucho más fuerte que nuestras diferencias», señalando la solidaridad demostrada por todos en un momento crucial. Sin embargo, la jornada no estuvo exenta de tensiones. Dos días antes, Paulina Vodanovic, presidenta del Partido Socialista (PS), sorprendió al anunciar su desistimiento de la candidatura, una decisión que dejó a muchos miembros de su propio partido en estado de shock. La oficialización de su decisión se hizo luego de una reunión del Comité Central del PS, lo que intensificó los rumores sobre las luchas internas dentro del partido.
La exclusión de Marco Enríquez-Ominami (ME-O) del pacto oficialista también resonó en el escenario político. Aunque ME-O había llamado al oficialismo a organizar una primaria amplia, su participación quedó en duda ante la falta de apoyo formal y los rumores sobre presiones externas. A pesar de su trayectoria, que incluye la aspiración a la presidencia en cuatro ocasiones, ME-O condicionó su entrada a la contienda electoral a la realización de una «primaria del cambio, no de la continuidad». Mientras tanto, se especuló sobre un posible acercamiento entre él y el Partido Radical (PR), que finalmente decidió no presentar una candidatura y respaldar a Tohá.
Desde el círculo cercano a ME-O, se argumenta que la decisión del PR fue influenciada por presiones del Ejecutivo, algo que la secretaria electoral del PR, Lilette Rosas, ha desmentido contundentemente al declarar que «nunca el gobierno nos ha presionado con decisiones partidarias». Sin embargo, la narrativa interna del PR menciona que, aunque había apoyo para ME-O, fue el presidente del partido, Leonardo Cubillos, quien inclinó la balanza a favor de Tohá. Los partidarios de Enríquez-Ominami sugieren que desde La Moneda se trabajó en la sombra para evitar su aparición en las primarias, lo que incluso involucra la baja de Vodanovic como parte de una estrategia más amplia.
Con las cartas de los candidatos oficialistas ya sobre la mesa, el sector progresista se encamina hacia la decisión de quién los representará en las elecciones presidenciales de noviembre. Mientras tanto, Enríquez-Ominami evalúa posibles alternativas. Su equipo ha anunciado que probablemente en mayo se realizarán anuncios que podrían cambiar la dinámica del proceso: «Hay todo un mundo fuera de la primaria. Somos independientes, hay espacio», afirmaron. La exclusión de ME-O ha abierto un debate sobre su impacto electoral. Históricamente, su caudal de votos ha oscilado entre el 5% y el 20%, siendo su mejor desempeño en 2009, con un 20,9%, y su peor en 2017, con un 5,7%. Su futuro político, así como el equilibrio del bloque progresista, depende de las decisiones que tomará en el transcurso de las próximas semanas.
