La reciente controversia por el comportamiento de un carabinero en Santiago ha generado un descontento social considerable, luego de que un video se viralizara mostrando a un funcionario rociando spray a un perro en la intersección de Santa Lucía y Merced. En el clip, se observa al carabinero en motocicleta utilizando el aerosol contra el animal que le ladraba, mientras estaba detenido en un semáforo en luz verde. Este comportamiento provocó una ola de indignación pública, poniendo en tela de juicio la capacitación y el manejo de los agentes de la ley ante situaciones que involucran a animales.
Pese a la conmoción que suscitaron las imágenes, la institución de Carabineros tomó la controvertida decisión de no abrir un sumario administrativo en contra del carabinero involucrado. En lugar de ello, únicamente se aplicó un llamado de atención al funcionario, lo que fue recibido con críticas por parte de la ciudadanía e incluso por algunos parlamentarios. Esta decisión ha sido cuestionada, dada la gravedad de la acción y la necesidad de sentar un precedente respecto al tratamiento de animales en situaciones urbanas.
Mientras que inicialmente se anunció una investigación interna para evaluar el incidente y determinar posibles sanciones disciplinarias, el medio Resumen.cl reveló la falta de avances concretos tras la petición de información efectuada mediante la Ley de Transparencia. La respuesta de Carabineros fue clara: no se había iniciado ningún sumario administrativo y el único resultado fue el llamado de atención mencionado por el Comisario de la 1ª Comisaría Santiago Central. Esta falta de acción ha dejado a muchos cuestionando la efectividad del sistema de supervisión dentro de la institución.
Además, la situación ha llevado a diputados como Jaime Araya y Camila Musante a expresar su preocupación sobre la necesidad de sanciones ejemplares y de evaluar si el accionar del carabinero constituyó una infracción a la Ley Cholito, que busca proteger a los animales. Sin embargo, hasta este momento no hay constancia de avances en esta dirección, lo que ha generado una sensación de frustración y desconfianza en la capacidad de las autoridades para abordar la problemática del maltrato animal.
El incidente del perro rociado con spray no solo ha expuesto la falta de protocolos adecuados para el manejo de situaciones que involucran a animales en la vía pública, sino también ha puesto de manifiesto la necesidad de un debate más amplio sobre la formación y comportamiento de los cuerpos de seguridad en Chile. La indignación social ante este tipo de situaciones podría ser el catalizador necesario para que tanto Carabineros como los legisladores reconsideren sus enfoques y se comprometan genuinamente a la protección de todos los seres vivos en el país.
