El caso de los hinchas muertos tras los incidentes ocurridos el jueves 10 de abril en el acceso al Estadio Monumental ha tomado un giro inesperado que pone en jaque a Carabineros y al Gobierno. Según un informe reservado de Carabineros filtrado por CIPER, diferentes testigos presenciales sugieren que el carro policial atropelló directamente a las dos víctimas, contrariamente a la versión oficial que sostiene que fueron aplastadas por una reja derribada. Esta nueva información, que contradice lo señalado en un principio, podría tener repercusiones legales y políticas significativas.
El informe indica que, en un contexto de caos, una turba intentaba ingresar al estadio cuando un carro policial chocó con las vallas de contención. Los testigos, entre ellos la cabo 1a Jocelyn Soto y dos civiles, describen cómo el vehículo avanzó sin detenerse ni intentar evitar el impacto. Las declaraciones apuntan a que las víctimas se encontraban ya lejos de las vallas cuando fueron atropelladas, sugiriendo una falta de control por parte de las fuerzas del orden en momentos de tensión.
A pesar de las declaraciones de los civiles que presenciaron el trágico incidente, la versión oficial de que no hubo un atropello directo ha comenzado a desmoronarse. Según CIPER, el relato de que el vehículo pasó por encima de una reja que terminó aplastando a las víctimas se originó en comunicaciones internas del propio personal policial. Esta discrepancia ha generado dudas sobre la veracidad y el manejo de la información por parte de Carabineros.
La falta de evidencias, como cámaras corporales o registros visuales del momento del accidente, complica aún más la situación. De los tres ocupantes del vehículo involucrado, dos se acogieron al derecho de no declarar, dejando solo una versión incompleta de los hechos. Este silencio genera aún más suspicacias sobre lo sucedido y lanza un llamado urgente a investigar la conducta de los Carabineros en el manejo de la situación.
La nueva evidencia presentada por CIPER es un claro indicativo de la necesidad de revisar el protocolo de actuación de Carabineros en eventos masivos. La muerte de dos jóvenes no solo desata una ola de indignación entre los hinchas y la opinión pública, sino que también plantea serias interrogantes sobre la responsabilidad en la actuación policial. La comunidad exige respuestas y justicia, mientras el Gobierno enfrenta presiones cada vez mayores para que se esclarezcan los hechos.
