El dirigente UDI Máximo Pavez Cantillano afirmó en El Primer Café que el ataque en cadena nacional del Presidente Gabriel Boric a José Antonio Kast delata que ya no entendió la altura de estadista y que, por razones políticas y psicológicas, decidió operar como un líder de facción, reporta Cooperativa.
Pavez afirmó: ‘El Presidente utiliza una vez más el aparato comunicacional del Gobierno y nos obliga a escuchar una crítica política por cadena nacional. Eso no corresponde en una democracia; Boric se equivoca en forma y fondo’.
Recordó además que ‘este Gobierno ya ha sido decretado como un interventor electoral’, pues ‘con ocasión del Plebiscito del año 2022, la Contraloría, en un hecho inédito, llamó al orden al exministro Giorgio Jackson porque tenía instalado el comando de campaña de la Constitución del Apruebo en La Moneda’. Es decir, ‘este Gobierno no tiene la hoja limpia en materia de no intervención electoral’, indicó el exsubsecretario Segpres.
¿Qué le pasa al Presidente Boric? Más de fondo, ‘¿qué le pasa al Presidente Boric, en mi opinión? Descartemos la tesis burda de que él haya utilizado esta salida de libreto para distraer del mal Presupuesto y las malas finanzas públicas; descartemos que él haya dicho: si yo me tiro contra Kast, nadie va a hablar de nuestro pésimo estado financiero y de Presupuesto’, continuó Pavez. ‘Yo creo que el Presidente de la República, desde la buena fe que lo inspira -yo creo que está equivocado en muchas cosas, pero tiene buena fe- tiene una conciencia política de líder de facción’, explicó.
En su balance final, Pavez afirmó que Boric se equivoca también en lo táctico y en lo estratégico, porque al levantar a Kast termina dándole más tribuna y un escenario de confrontación. ‘¿Por qué Kast responde tan duro? Porque Kaiser está subiendo y José Antonio está bajando’, señaló, y apuntó que la caída de Kast en Cadem es sostenida; a su juicio, el Presidente, al elegir esa estrategia, alimenta una dinámica de polarización. Añadió que, pese a la buena fe que él reconoce en Boric, podría no ser visto como un hombre de Estado.