Laborum, el portal y aplicación de empleo que opera en Chile, ha lanzado un estudio titulado «¿Qué pasa con el salario?» en el cual se analizó la evolución de las remuneraciones y cómo los trabajadores distribuyen sus ingresos. La investigación, que contó con la participación de 1.337 trabajadores, revela que la situación financiera de muchos chilenos es crítica, ya que un 77% de los encuestados indica que su sueldo les basta para dos semanas o menos. Esta dura realidad resalta que un 21% destina sus ingresos inmediatamente a saldar deudas, mientras que un 23% afirma que su salario no le alcanza ni para cubrir una semana.
El informe de Laborum destaca que el 83% de los participantes consideran que sus ingresos no son suficientes para satisfacer sus necesidades básicas. Los principales gastos de los trabajadores chilenos están ligados a la vivienda y al cumplimiento de obligaciones financieras. De acuerdo con los datos, el 54% del salario se destina al pago de la vivienda, seguido por un 16% para deudas y un 14% para alimentación. Además, otros gastos como educación, vestuario, recreación, transporte y salud representan cifras menores, lo que demuestra una clara limitación en la capacidad de gasto de los trabajadores.
Una de las conclusiones más llamativas del informe es que el 91% de los encuestados reconoce tener deudas, lo que les impide ahorrar de manera efectiva. De hecho, solo el 8% de los participantes asegura que puede reservar parte de su ingreso, una cifra que sitúa a Chile como el país con la menor capacidad de ahorro de la región. Comparado con otros países de América Latina, como Argentina, Ecuador, Perú y Panamá, que presentan porcentajes superiores, la situación en Chile pone de manifiesto un mayor estrangulamiento económico entre la población.
El estudio también revela que, a pesar de la adversidad económica, la solidaridad familiar se mantiene en muchos hogares chilenos. Cerca del 60% de los trabajadores afirmó que apoyan económicamente a familiares o personas cercanas, con un tercio brindando ayuda de forma ocasional y un 28% lo haciendo de manera regular. Sin embargo, un 42% menciona que no expresa apoyo económico a su entorno. Esta dinámica refleja una lucha constante por equilibrar las finanzas familiares, donde la mayoría de los ingresos se ven comprometidos por deudas y gastos inevitables.
Por último, el deseo de un aumento salarial se siente en la totalidad de los trabajadores encuestados. La mayoría considera que este incremento se destinaría a pagar deudas, pero un 32% asegura que lo utilizaría para ahorrar y un 9% lo invertiría en negocios o educación. Estas cifras subrayan la urgencia que siente la población por mejorar su situación financiera y alcanzar un mayor bienestar económico, en un contexto donde el acceso a un mejor salario se torna fundamental para la calidad de vida en Chile.













