El pasado 26 de marzo, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) presentó un informe de aclaraciones y rectificaciones relacionadas con el polémico proyecto inmobiliario que la familia Piñera busca implementar en Bahía Coique, lago Ranco. Este proyecto, que consiste en la construcción de 208 viviendas y posee un costo estimado de US$40 millones, ha suscitado la atención de diversas entidades y la comunidad debido a sus potenciales impactos ambientales. La inmobiliaria responsable, Arenas Blancas S.A., está estrechamente ligada a la familia del expresidente Sebastián Piñera, lo que añade una capa de interés público al asunto, especialmente en el contexto de la gestión de recursos hídricos y la salud ambiental en la región.
Uno de los puntos más críticos señalados por el SEA en su informe es el sistema sanitario al cual se conectarán las nuevas viviendas. La entidad solicitó aclaraciones sobre la resolución sanitaria relacionada y pidió revisar la estimación de aguas servidas generadas por el proyecto, ya que existen preocupaciones sobre la infraestructura existente. Este sistema está administrado por la empresa Hotelera Lago Ranco S.A., igualmente vinculada a la familia Piñera, lo que plantea interrogantes sobre la independencia y objetividad en la evaluación del proyecto.
Recientemente, la Gobernación Marítima de Valdivia realizó una inspección en terreno el 4 de marzo para verificar las condiciones del sistema de tratamiento de aguas en Bahía Coique. Durante esta inspección, se observó que la documentación entregada por Arenas Blancas no era suficiente; la Armada detectó olores fuertes a aguas servidas y mostró preocupación por la operatividad de la planta de tratamiento, que consiste en dos lagunas de estabilización. La Armada solicitó un informe detallado que incluya la capacidad del sistema, la ubicación del punto de descarga y otros parámetros cruciales para asegurar su efectividad, lo que refleja la inquietud sobre la carga que podría acarrear un nuevo desarrollo residencial en la zona.
La comunidad de Bahía Coique ha expresado su descontento con el proyecto, solicitando la apertura de un proceso de Participación Ciudadana al SEA. Un grupo de propietarios entregó el 4 de abril una carta advirtiendo sobre las posibles complicaciones que la construcción de 208 viviendas podría traer, especialmente en un sistema sanitario que ya enfrenta problemas en épocas de lluvias intensas. Los vecinos describieron el sistema actual como una “poza muy básica” que no ha sido adecuadamente evaluada por las autoridades, lo que levanta preocupaciones sobre la salud pública y la protección del ecosistema local.
A pesar de las controversias, Inmobiliaria Arenas Blancas ha manifestado su compromiso para abordar las observaciones del SEA y garantizar un desarrollo sustentable que respete altos estándares técnicos y ambientales. En declaraciones a medios locales, reafirmaron su orientación hacia el dinamismo de la zona lacustre en la Región de Los Ríos, enfatizando que el avance del proyecto refleja un funcionamiento adecuado de la institucionalidad, que incluye las preocupaciones de los diferentes sectores de la comunidad. Sin embargo, la respuesta de la inmobiliaria ha sido recibida con escepticismo en un contexto donde la confianza en la gestión ambiental y el compromiso público es fundamental.
