En un nuevo giro del juicio por la denominada «Operación Huracán», el abogado Rodrigo Román, quien representa a las víctimas afectadas por este escándalo judicial, realizó una grave acusación de intento de soborno durante una audiencia reciente. Según la publicación de Araucanía Diario, Román reveló que le ofrecieron millones de pesos para que desistiera de asistir a las audiencias, argumentando que su presencia era indeseada por ciertos sectores involucrados en el caso. Estas revelaciones no solo han generado un polémico eco en la sala del tribunal, sino que también han puesto en entredicho la integridad del proceso judicial en curso.
Durante el intercambio con el abogado defensor Cristián Arias, quien representa al excarabinero Gonzalo Blu, Román reafirmó su compromiso de continuar con la defensa de los derechos de las víctimas, afirmando: «No me querían aquí, pero seguiré, pese a que querían que no estuviera, sobornándome». Esta declaración subraya no solo la tenacidad de Román en su labor pro bono, sino también la posibilidad de corrupción dentro de un caso que ya está rodeado de controversia, relacionado con un presunto montaje policial que ha afectado gravemente a la comunidad mapuche.
Román llegó puntualmente a la audiencia desde las 9:00 horas, decidido a seguir defendiendo la verdad y la justicia en un caso que ha capturado la atención de diversos sectores de la sociedad chilena. A lo largo del juicio, que busca esclarecer las serias acusaciones de montaje en el seguimiento a líderes mapuche, su presencia ha sido clave para que la voz de las víctimas sea escuchada frente a las informaciones contradictorias presentadas por la defensa.
La denuncia de Román añade más gravedad a un caso que ya se encuentra bajo la lupa pública y mediática. Mientras las acusaciones de corrupción y manipulación de pruebas surgen con más fuerza, se hace cada vez más evidente la necesidad de una investigación exhaustiva sobre cómo se ha llevado a cabo este proceso judicial y quiénes están detrás de las presiones hacia los representantes legales de las víctimas.
El eco de las palabras de Rodrigo Román aún resuena en el tribunal, mientras su posición inquebrantable frente a los intentos de soborno refuerza la creencia de muchos en la comunidad de que el camino hacia la justicia es una lucha que merece ser continuada. En medio de un ambiente ya tenso por las expectativas sobre la resolución del caso, la comunidad mapuche y los defensores de los derechos humanos están atentos a los próximos movimientos en este juicio que parece estar lejos de alcanzar un desenlace claro y justo.














