La postulante a la presidencia por el Partido Comunista (PC) y Acción Humanista (AH), Jeannette Jara Román, ha dejado claro que no incluirá un proceso para una nueva Constitución en su plataforma electoral. En una declaración reciente, Jara enfatizó que su agenda se centra en otras prioridades ciudadanas. «Quiero ser sumamente clara: no haremos compromisos que no podamos cumplir. Otro proceso constituyente no está en las 20 medidas programáticas propuestas para Chile», aseguró la exministra del Trabajo a través de la Red X. Esta postura marca un giro en el debate constitucional que ha dominado la política chilena en los últimos años.
Las afirmaciones de Jara contrastan notablemente con las declaraciones de Lautaro Carmona Soto, presidente del PC, quien ha expresado su firme deseo de que la candidata impulse un nuevo proceso constituyente en caso de resultar electa. En el programa Sin Filtros, Carmona afirmó: «Sí, por cierto, sin ninguna duda» al ser preguntado sobre la necesidad de una nueva Constitución para Chile. Estas diferencias dentro del partido podrían generar tensiones, dado que la base de apoyo podría esperar una continuidad en la búsqueda de cambios constitucionales.
Carmona no solo ha manifestado su deseo de que Jara lidere el proceso constituyente, sino que también ha reiterado esta necesidad en otras ocasiones, como en marzo pasado en Radio Nuevo Mundo, donde señaló que era esencial agendar con urgencia esta reforma. Esta voz desde la dirección del PC sugiere que el tema sigue siendo relevante entre los militantes, a pesar de los intentos de Jara por desmarcarse de un enfoque centrado únicamente en la nueva Constitución.
Por su parte, la ministra vocera de Gobierno, Aisén Etcheverry, corroboró la postura oficial del Ejecutivo al rechazar la idea de un nuevo proceso constituyente. «Es una discusión que… está cerrada», afirmó, sugiriendo que la administración actual se enfoca en otras prioridades y que el camino hacia una nueva Constitución ya no es la meta inmediata. Este contexto deja a Jara en una posición delicada, donde deberá navegar entre las expectativas del partido y las directrices del gobierno.
Con las elecciones presidenciales acercándose, la discordancia entre Jara y las posturas del PC plantea interrogantes sobre el futuro de la agenda política de la izquierda en Chile. Si bien la exministra ha subrayado la importancia de atender urgentemente otras demandas ciudadanas, el clamor por una nueva Constitución continúa resonando en diversos sectores de la población. Esto plantea un desafío para Jara: cómo equilibrar las necesidades y expectativas de su base electoral mientras se muestra pragmática en su agenda.











