En el marco del tercer aniversario de la Asociación de Educadores de Chile (ASEDUCH), su presidente nacional, el profesor José Luis Velasco, realizó un urgente llamado a revisar el proyecto de Ley de Convivencia, Buen Trato y Bienestar de las Comunidades Educativas, que actualmente se encuentra en discusión en el Senado. Durante su intervención, Velasco destacó que «el proyecto, tal como está formulado, impone exigencias y responsabilidades desproporcionadas a los establecimientos educacionales sin otorgarles los apoyos necesarios para cumplirlas», enfatizando la necesidad de un enfoque más realista y apoyado en las circunstancias de las escuelas chilenas.
El presidente de ASEDUCH advirtió que la legislación actual no solo genera una sobrecarga burocrática que puede atentar contra el funcionamiento diario de las escuelas, sino que también erosiona la autoridad pedagógica de los docentes, lo cual es crucial para mantener un ambiente de aprendizaje y respeto en las aulas. Según Velasco, la creciente judicialización de las relaciones en el ámbito escolar puede tener efectos devastadores, ya que intenta sustituir el vínculo educativo basado en la confianza por relaciones puramente jurídicas, que son insuficientes para abordar los problemas de convivencia entre estudiantes.
Como un claro ejemplo de esta inquietud, el presidente de ASEDUCH mencionó múltiples situaciones en las que docentes han enfrentado denuncias y suspensiones por intervenir en conflictos entre estudiantes. Esta reacción, en lugar de defender un entorno educativo seguro, puede resultar en un desaliento de los profesionales, quienes ya de por sí lidian con un sistema educativo cada vez más complicado y lleno de desafíos. La asociación subrayó que el enfoque normativo actual no solo es inadecuado, sino que potencialmente aumentará los costos y la carga administrativa en las instituciones educativas sin resolver los conflictos que impactan la convivencia escolar.
ASEDUCH también alertó sobre el efecto que la implementación de esta ley podría tener en el bienestar de los educadores y las comunidades escolares. La organización destacó que se generará una sobrecarga de trabajo que aumentará el estrés y posiblemente la frustración en las comunidades educativas. En este sentido, se hace necesario replantear las normativas para que sean un verdadero apoyo a las instituciones y no una carga adicional que desvirtúe el proceso educativo.
Con esta reflexión, la Asociación de Educadores reafirmó su compromiso con una educación centrada en los estudiantes y en el respeto hacia la labor docente. Velasco subrayó la urgencia de construir un gran acuerdo nacional por la educación que involucre a todos los actores del sistema, incluidas las familias, educadores, estudiantes y la sociedad civil. «Necesitamos una ley que devuelva a los educadores las atribuciones necesarias para enseñar y formar en ambientes seguros y ordenados», concluyó, indicando que sin cambios reales, las políticas públicas seguirán desconectadas de la realidad que se vive en las salas de clases de Chile.














