El III Encuentro Nacional de Juventudes Rurales se llevó a cabo del 11 al 13 de agosto en la Región de Ñuble, congregando a representantes de diversas regiones del país, así como a autoridades locales y nacionales. Este encuentro se convirtió en un espacio fundamental para que los jóvenes campesinos pudieran compartir sus experiencias y reflexiones sobre la vida en el campo. Durante el evento, se presentó el programa Tierra Joven, una iniciativa del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) destinada a facilitar el acceso a la tierra para los jóvenes rurales, un tema crucial para asegurar su permanencia en el campo y fortalecer la producción agrícola familiar en Chile.
Santiago Rojas, director nacional de INDAP, destacó la relevancia del programa Tierra Joven, que se encuentra alineado con la Política Nacional de Juventudes Rurales, lanzada recientemente junto al Presidente Gabriel Boric. Según Rojas, la iniciativa no solo facilitará el acceso a créditos hipotecarios en condiciones preferentes a través de BancoEstado, sino que también incorporará una transferencia directa de hasta 6 millones de pesos para la compra de terrenos privados. Este apoyo financiero se complementará con recursos técnicos que permitirán a los beneficiarios desarrollar y consolidar sus proyectos productivos, lo que se considera esencial para el desarrollo de una agricultura sostenible y la mejora de la seguridad alimentaria en el país.
Durante el encuentro, las voces de los jóvenes rurales resonaron con fuerza, como lo evidenció Javiera Pérez Figueroa, joven apicultora de La Araucanía, quien subrayó la importancia de reunirse para compartir realidades y fortalecer redes. «Nosotros producimos alimentos valiosos para la salud humana y queremos ser escuchados», aseguró Figueroa. Asimismo, las autoridades presentes, incluido el director nacional del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), también resaltaron el potencial de estos jóvenes para transformar la agricultura familiar campesina y contribuir a la visibilidad de su trabajo en el campo, lo que refuerza la noción de un Estado presente y comprometido con el desarrollo rural.
Otro tema relevante abordado en el III Encuentro fue el anuncio de la segunda etapa de Tierras Vivas, un programa en colaboración con el Ministerio de Bienes Nacionales que ofrecerá casi siete mil hectáreas de terrenos fiscales para arrendamiento a precio justo, priorizando a jóvenes y mujeres rurales. Esto representa una oportunidad significativa para aquellos que buscan asentarse en el campo y desarrollar sus proyectos agrícolas, lo que a su vez busca diversificar y revitalizar el sector agrícola chileno, clave para la economía nacional.
Los participantes del evento coincidieron en la necesidad de seguir fortaleciendo el trabajo en conjunto y fomentar la creación de encuentros regionales. Cristian Flores, productor de hortalizas de Atacama, enfatizó que el intercambio de experiencias y el establecimiento de redes son fundamentales para visibilizar las realidades de los jóvenes rurales en todo el país. «Esperamos que estos encuentros se repliquen en otras regiones para poder conocer más rubros y tradiciones. Es esencial que los jóvenes sigamos trabajando unidos para transformar el campo y asegurar nuestro futuro en esta tierra», concluyó Flores.













