La exministra del Trabajo, Jeannette Jara, oficializó este miércoles su candidatura presidencial, convirtiéndose en la principal carta del Partido Comunista y el Partido Acción Humanista. Durante su anuncio, Jara no tardó en abordar uno de los temas más polémicos y relevantes para el país: la explotación del litio. En una entrevista con Vía X, la candidata dejó claro su desacuerdo con el acuerdo entre Codelco y SQM, la firma controlada por Julio Ponce Lerou, sugiriendo la necesidad de revisar las políticas actuales sobre este recurso estratégico en el contexto nacional.
«El litio debería ser trabajado por una empresa estatal», afirmó contundentemente Jeannette Jara, sugiriendo la creación de una Empresa Nacional del Litio. Su propuesta implica que dicho recurso, esencial para el futuro energético de Chile, debería ser considerado un bien público al servicio de todos los chilenos, desvinculando la extracción del control privado. Jara enfatizó su oposición a que este sector crucial quede en manos de empresas que han estado involucradas en controversias políticas y éticas, afirmando que su intención es evitar cualquier asociación con antecedentes cuestionables.
En su análisis, Jara destacó que, aunque aprecia la participación mayoritaria del Estado en la gestión del litio, la inclusión de SQM representa «una sombra de desconfianza» que podría afectar la confianza pública en la industria. Su crítica se centra no solo en el perfil de SQM, sino también en su historial de corrupción que incluye vínculos con el financiamiento ilegal de la política en Chile. Esta postura contrasta con el enfoque más conciliador del actual Gobierno, abriendo así una brecha en el debate político en torno al papel del Estado en la economía.
La exministra no escatimó en señalar que, en su opinión, el Gobierno debió «actuar con más firmeza» para asegurar la transparencia y la ética en la gestión de recursos naturales. La referencia a Julio Ponce Lerou y su herencia ligada al legado de la dictadura de Augusto Pinochet sirvió para ejemplificar la gravedad de sus preocupaciones. Con esto, Jara establece un perfil duro y crítico, que busca conectar con un electorado cansado de los escándalos de corrupción y que exige mayor responsabilidad estatal en la explotación de recursos estratégicos.
A medida que se acerca la elección presidencial, los comentarios y propuestas de Jeannette Jara auguran un debate significativo sobre el rol del Estado frente a los intereses privados, especialmente en áreas donde se cruzan la economía y la ética. Este enfoque podría ser un factor decisivo en su campaña, ya que muchos chilenos buscan alternativas a prácticas que consideran dañinas para el bienestar común. Así, Jara se posiciona como una voz fuerte en defensa de los intereses nacionales, desafiando las estructuras establecidas y apuntando a un nuevo rumbo en la política económica del país.
