Las alertas por inundaciones repentinas son tema prioritario en Los Ángeles y gran parte del sur de California este miércoles, ya que una de las tormentas navideñas más severas de los últimos años está azotando la región. Esta tormenta, alimentada por un río atmosférico conocido como «Expreso Piña», ha traído consigo lluvias torrenciales y el temor a deslizamientos de tierra potencialmente mortales. El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) ha advertido que se esperan inundaciones repentinas severas y generalizadas, poniendo en riesgo tanto vidas como propiedades.
La primera ola de lluvia intensa llegó la noche del martes y rápidamente intensificó sus efectos en la mañana del miércoles, provocando bloqueos en calles por caídas de árboles y inundaciones menores, además de provocar cortes de electricidad en miles de hogares debido a la caída de líneas eléctricas. Las condiciones climáticas severas también llevaron a la emisión de una breve advertencia de tornado, que finalmente fue cancelada, lo que indica la naturaleza cambiante y peligrosa de la situación climática en la segunda ciudad más poblada de Estados Unidos.
Las áreas costeras, como Pacific Palisades y Malibú, han sido especialmente notificadas bajo alerta debido a su reciente devastación por incendios forestales. Estas regiones, ya vulnerables por la erosión del terreno, pueden enfrentar deslizamientos significativos si la lluvia persiste. En respuesta, las autoridades han abierto varios centros de refugio para brindar asistencia a los residentes evacuados y a aquellos que requieren un lugar seguro durante el fenómeno climático.
A medida que la tormenta avanza, las autoridades han cerrado numerosas rutas viales al sur de California, dado que la amenaza de inundaciones rápidas es grave en amplias áreas. Ariel Cohen, meteorólogo del NWS, advirtió que las condiciones meteorológicas adversas continuarán desde la tarde del miércoles hasta el viernes, con muchas localidades en riesgo de experimentar inundaciones significativas y desprendimientos de rocas, particularmente en zonas elevadas. Su recomendación a los ciudadanos fue clara: reconsiderar los planes de viaje durante el periodo navideño para evitar la exposición a las inhóspitas condiciones de las carreteras.
Además de las inundaciones, se prevén ráfagas de viento que podrían alcanzar velocidades de hasta 127.8 kilómetros por hora en las montañas y desiertos del condado de Los Ángeles. Las autoridades se encuentran en estado de alerta máxima, monitoreando la situación y preparándose para cualquier eventualidad que pueda surgir ante la potencia de esta tormenta histórica que está marcado por la meteorología extrema. Se insta a los residentes y visitantes a permanecer informados y a seguir las indicaciones de los servicios de emergencia para garantizar su seguridad.













