El sociólogo Eugenio Guzmán, decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, ha señalado que un 30 por ciento del electorado chileno se presenta como «volátil» en el contexto de los próximos comicios de fin de año. Esta afirmación surge a partir de los resultados de la encuesta Panel Ciudadano-UDD, que muestra a Jeannette Jara liderando con un 26 por ciento de intención de voto, seguida por José Antonio Kast con un 24 por ciento y Evelyn Matthei con un 18 por ciento. Guzmán compartió estos hallazgos en el programa «Lo Que Queda del Día», resaltando la importancia de esta porción del electorado que podría cambiar su postura en cualquier momento.
Según el panel de encuestas, un 70 por ciento de los encuestados expresa una preferencia de voto relativamente firme, lo que indica que, a pesar de las fluctuaciones, hay un núcleo de votantes decidido. Sin embargo, Guzmán enfatiza que el juego electoral se encuentra en ese 30 por ciento que muestra signos de inestabilidad. Este segmento de votantes puede ser influenciado por diversos factores, lo cual podría ser determinante para el resultado de las elecciones. La volatilidad de este grupo sugiere que los candidatos deben prestar especial atención a sus necesidades y preocupaciones para poder captar su apoyo.
Un punto de interés que Guzmán destacó es el papel que jugarán los más de cinco millones de personas que, habiendo sido obligadas a votar por la reforma que implementó la obligatoriedad del sufragio, no han hecho uso del derecho al voto de manera sistemática. Según el académico, el comportamiento autónomo de esta población puede resultar clave en la elección. «Esas personas son bastante autónomas de las opiniones del resto, y ese grupo va a ser bastante decisivo en el resultado final de la elección», afirmó Guzmán, subrayando la relevancia de atraer a estos votantes para lograr un resultado exitoso.
En el ámbito de las campañas, Guzmán reflexionó sobre el impacto de las campañas negativas, específicamente la controversia que generó la calificación de «campaña asquerosa» que Matthei atribuyó a los seguidores de Kast. A pesar del revuelo que causó en la esfera política, el sociólogo considera que el impacto de las campaña sucias no se traduce en una influencia significativa en el electorado. «A la gente no le gustan las campañas sucias, pero todo depende cuánto es la resonancia que tiene», indicó, sugiriendo que, aunque son desaprobadas, su efecto en la decisión electoral podría ser limitado.
Por otro lado, Guzmán también analizó el enfoque que tiene Jeannette Jara respecto a la conformación de la lista parlamentaria, sugiriendo que busca la mayor apertura posible con miras a una reconstitución de una nueva Concertación. «Esto podría ser una Concertación 2.3 o 2.4», especuló el sociólogo, resaltando la necesidad de evitar los flancos difíciles que podrían complicar la campaña. La estrategia de Jara parece centrarse en consolidar un bloque amplio que le permita asegurar los votos necesarios en un clima electoral tan incierto y polarizado como el actual.











