La inclusión financiera no es solo un desafío para los adultos. Enseñar a los niños y adolescentes sobre el manejo del dinero desde una edad temprana puede tener un impacto significativo en sus vidas en el futuro. En Chile, diversas entidades financieras están enfocándose en desarrollar productos y recursos que permitan a los jóvenes familiarizarse con conceptos como el ahorro, el uso de tarjetas y la planificación de gastos. La educación financiera se ha convertido en una prioridad, no solo para fomentar el ahorro, sino también para formar un vínculo responsable y consciente con el dinero.
La oferta de productos bancarios para menores de edad ha crecido exponencialmente en los últimos años. Instituciones como bancos tradicionales, cooperativas y fintechs están ofreciendo alternativas diseñadas especialmente para el público juvenil. Cuentas de ahorro, tarjetas de prepago y herramientas digitales están disponibles para que, bajo la supervisión adecuada de sus padres, los jóvenes puedan aprender a manejar su dinero de manera segura. Estas innovaciones no solo permiten realizar transacciones cotidianas, sino que también abren la puerta a la educación financiera desde el hogar.
Uno de los productos destacados en este ámbito es la cuenta FAN Clan de Banco de Chile, destinada a jóvenes entre los 14 y 17 años. Esta cuenta digital no tiene costo de mantención y permite a los padres brindar a sus hijos una experiencia de independencia financiera. Además, el banco ha implementado cápsulas educativas en redes sociales con el formato ‘Financieramente hablando’, donde se abordan temas esenciales como el ahorro y los gastos, presentándolos de manera amena y comprensible para los adolescentes. Este tipo de iniciativas demuestra cómo la educación financiera se puede integrar de forma atractiva en la vida diaria de los jóvenes.
Por su parte, BancoEstado ha consolidado su posición como un referente en inclusión financiera al ofrecer la popular CuentaRUT, que permite a adolescentes desde los 12 años gestionar su dinero con el respaldo de un adulto. A su vez, Banco BICE presenta la Family Card para hijos de sus clientes, una tarjeta de débito que introduce a los jóvenes en el mundo de la administración personal. Aunque no ofrece contenido educativo específico, la gestión autónoma que propone este producto permite conversaciones cruciales entre padres e hijos sobre el valor del dinero y el ahorro.
Las fintechs también han destacado en este sector, ofreciendo cuentas y herramientas pensadas para la juventud. Teenpo, por ejemplo, ofrece operaciones desde los 14 años y ha incorporado una cuenta remunerada que enseña a los jóvenes sobre el ahorro y los intereses de forma práctica. Igualmente, MACHBANK y su cuenta TuMACH, orientada a menores de 14 años, están diseñadas sin costos ni comisiones, promoviendo así una experiencia financiera básica pero efectiva. A medida que las entidades continúan añadiendo estas opciones a sus ofertas, la educación financiera se establece como un elemento clave para preparar a los adolescentes hacia una vida adulta financieramente responsable.














