La situación de seguridad en el aeropuerto internacional El Dorado de Bogotá ha generado controversia tras el ingreso no autorizado de un joven de 18 años, hijo de un controlador aéreo, a la torre de control. Este incidente ocurrió el pasado 21 de julio cuando el joven, sin contar con la experiencia ni la autorización requerida, llegó acompañado de su padre a las instalaciones. La Aeronáutica Civil de Colombia (Aerocivil) ha comenzado una investigación sobre el suceso, indicando que durante un breve periodo el joven pudo haber manejado operaciones de control aéreo, lo que representa una grave violación de las normas establecidas en el sector.
El coronel Andrés Felipe Otero, director de Operaciones de Navegación de la Aerocivil, afirmó que quedó claro que el joven estaba en proceso de capacitación como controlador aéreo, aunque dicha afirmación fue desmentida. Esto pone de relieve la falta de control y vigilancia en los accesos a áreas críticas del aeropuerto, lo cual es inaceptable dada la responsabilidad que implica el manejo del tráfico aéreo. En respuesta a este incidente, la Aerocivil ha suspendido temporalmente las licencias de los controladores involucrados y ha ordenado una investigación disciplinaria de otros cinco funcionarios que podrían estar implicados.
Pese a la gravedad del incidente, la Aerocivil afirmó que nunca se comprometió la seguridad operacional del aeropuerto durante el tiempo en que el joven estuvo en el mando. Sin embargo, esta declaración ha generado dudas entre expertos y funcionarios públicos, quienes insisten en que cualquier violación a las normas de seguridad es motivo de alarma. El director de Turismo de Bogotá, Andrés Santamaría, manifestó a través de redes sociales que el ingreso no autorizado a la torre de control para manipular sistemas de navegación aérea fuera de los canales establecidos es un hecho gravísimo que merece una respuesta contundente y preventiva.
Se destaca la importancia de adherirse a las normativas impuestas por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y el Reglamento Aeronáutico de Colombia (RAC). Estas regulaciones están diseñadas para proteger la seguridad de los vuelos y, por ende, garantizar la vida de cientos de pasajeros aéreos. El compromiso de las autoridades es fundamental para mantener la confianza de los viajeros y la comunidad internacional, así como para salvaguardar sectores económicos tan cruciales como el turismo y la conectividad aérea.
Frente a esta situación, se espera que se lleven a cabo medidas de seguridad más estrictas en El Dorado, así como un fortalecimiento del protocolo para el acceso a áreas de control aéreo. La Aerocivil ha decidido trasladar los eventos a la Fiscalía General de la Nación para que se investiguen posibles delitos que puedan haber cometido los funcionarios involucrados. La comunidad espera que este incidente sirva como un punto de inflexión para evitar que situaciones similares ocurran en el futuro, resguardando así la seguridad de las operaciones aéreas en Colombia.













