El pasado miércoles, el periódico La Tercera informó que Humberto Garrido, el actual director de Educación Municipal de Santiago, dejará su cargo tras solo cuatro meses de asumir. Este cambio se produce en medio de una crisis generada por el paro de profesores en la comuna, lo cual ha suscitado cuestionamientos sobre su desempeño en la gestión educativa. Según fuentes dentro del municipio, la forma en que Garrido manejó la situación del paro de profesores en marzo fue especialmente criticada, al punto que el propio alcalde, Mario Desbordes, tuvo que intervenir para facilitar la negociación y llegar a un acuerdo con los docentes.
Desde la municipalidad se confirmó que la salida de Garrido se hará efectiva a contar del 13 de mayo, momento en el que asumirá un rol de coordinación con los establecimientos de educación superior de la comuna. En su lugar, la abogada Pilar Sazo será quien subrogue a Garrido en la dirección de gestión institucional. Posteriormente, se ha anunciado que Sazo asumirá como directora reemplazante en la Dirección de Educación Municipal (DEM), lo que marca un cambio significativo en la administración educativa de Santiago.
La exalcaldesa Irací Hassler, quien ha sido crítica con la actual administración de Desbordes, utilizó sus redes sociales para comentar sobre la situación de Garrido. Hassler señaló: «Otra cosa es con guitarra: solo unos meses duró el director de educación del alcalde Desbordes después del pésimo manejo que han tenido como administración». Estas palabras resaltan la percepción generalizada de que la administración actual no ha logrado gestionar adecuadamente los conflictos en el ámbito educativo, especialmente ante situaciones de crisis como la del paro docente.
Cabe recordar que Humberto Garrido tiene un historial en la educación, habiendo sido rector del Liceo de Aplicación. Sin embargo, su trayectoria también ha estado marcada por controversias; en octubre de 2022, la gestión de Irací Hassler le solicitó la renuncia, a lo que Garrido respondió alegando que su salida fue consecuencia de «motivos políticos». Esto añade un contexto más amplio a su gestión actual, ya que muchos observan su trayectoria como un reflejo de las tensiones políticas que existen en el ámbito educativo de la comuna.
La salida de Garrido plantea interrogantes sobre la dirección futura de la educación en Santiago y las posibles implicaciones para el conflicto con los profesores. Con la llegada de Pilar Sazo a la jefatura de gestión institucional, será crucial observar cómo se abordarán las demandas de los docentes y si existen cambios estratégicos en la administración de la educación pública en la comuna. Las próximas semanas serán decisivas para evaluar el rumbo que tomará la DEM bajo este nuevo liderazgo.














