Diciembre, sin duda alguna, es un mes que se presenta repleto de celebraciones, luces y momentos familiares, pero también se convierte en una temida trampa económica para muchos hogares. En medio de los festejos navideños, los gastos suelen dispararse de manera alarmante, llevando a muchas familias a enfrentarse a deudas que se prolongarán a lo largo del año. Expertos analizan cómo esos pequeños gastos, a menudo ignorados, pueden desencadenar problemas financieros. Miguel Ángel López, profesor de Finanzas en EAE Business School, advierte que la olvidada suma de propinas, transporte y compras de última hora puede convertir una celebración en un dolor de cabeza financiero, advirtiendo sobre el peligro de endeudarse para celebrar.
El estudio «Compras de fin de año 2025 en América Latina», elaborado por la consultora Simon-Kucher, revela que la media de gasto durante las festividades para los chilenos asciende a $101.234 (aproximadamente 109 dólares) por persona. Sin embargo, esta inversión puede volverse una carga pesada si no se llevan a cabo los preparativos adecuados, dejando a las familias con estrechez económica en el mes siguiente. La presión social para participar en intercambios de regalos y eventos festivos, aun sin poder permitírselo, es un fenómeno común. López enfatiza que lo clave es una planificación anticipada que evite el desbordamiento presupuestario.
La clave para evitar el sobreendeudamiento radica en la planificación y no dejarse llevar por la emoción del momento. Según López, es fundamental crear una lista exhaustiva de todos los gastos potenciales, incluso los más pequeños, y clasificar estas necesidades entre lo esencial y lo prescindible. Además, el uso de herramientas digitales como aplicaciones de gestión financiera o métodos más tradicionales como sobres para cada categoría de gasto pueden ser de gran ayuda para mantener el control. Las familias deben ser conscientes de que diciembre no es un mes extra, sino que debe considerarse dentro del presupuesto habitual, con gastos adicionales.
El experto también insiste en la importancia de salvar los ahorros. Propone que se destine entre el 20% y el 25% del ingreso mensual a los gastos navideños, permitiendo así que las familias puedan disfrutar de la festividad sin pasar a llevar sus reservas. Separar los ahorros antes de cualquier celebración es crucial para mantener un equilibrio financiero. López añade que el mejor regalo que se pueden hacer a sí mismos es iniciar el nuevo año sin deudas, y la planificación consciente es el camino hacia esta meta.
Diciembre no solo representa la culminación del año, sino también una oportunidad para reflexionar sobre las finanzas personales. Deshacerse de suscripciones innecesarias, eliminar gastos superfluos y establecer metas financieras para el próximo año puede ayudar a las familias a entrar en 2026 con claridad y tranquilidad. Celebrar sin ansiedad financiera es posible, siempre que se logre combinar la ilusión de la festividad con una estrategia bien planificada. Así, el verdadero regalo puede ser la estabilidad económica que se logra al comenzar el nuevo año en calma y con propósito.














