Una mañana cargada de tensión se vivió este sábado alrededor de las 10:00 horas en los estudios de Chilevisión Noticias, donde un panel de debate moderado por el periodista Rafael Cavada dejó al descubierto profundas divisiones políticas. En el centro de la discusión, los diputados Daniel Manouchehri, del Partido Socialista, y Álvaro Carter, de Republicanos, abordaron temas candentes como la seguridad pública y el narcotráfico, provocando un intercambio acalorado que resonó en el auditorio. La ocasión se tornó aún más candente al centrarse en el reciente despliegue policial a raíz del velorio del narcotraficante conocido como «Guatón Mutema», lo que llevó al cierre temporal de dos liceos en la comuna de Quilicura.
El debate rápidamente escaló en intensidad cuando Manouchehri acusó abiertamente al excandidato presidencial José Antonio Kast de mantener vínculos con Francisco San Martín, un militante del Partido Republicano actualmente formalizado por liderar una red criminal dedicada al robo internacional de cobre. Manouchehri presentó evidencias contundentes, incluyendo fotografías de una cena en la que Kast aparece junto a San Martín. Esta denuncia pone sobre la mesa la necesidad urgente de establecer lazos claros entre los partidos políticos y los actos delictivos que han estado surgiendo en el trasfondo del crimen organizado.
Durante el encendido intercambio, Manouchehri hizo un llamado al Partido Republicano para que aclaren sus vínculos con el imputado, diciendo: «Ahí lo tienen, en la cabecera de una cena con Kast […] Hoy esta persona está en prisión por encabezar una banda criminal millonaria dedicada al robo de cobre.» La gravedad de estas acusaciones generó una ola de críticas en las redes sociales, donde los ciudadanos demandan mayor transparencia en el actuar de los partidos políticos ante situaciones que involucran delitos graves.
Carter, en su defensa, descalificó las acusaciones de Manouchehri, tildándolas de «bajeza» y cuestionó el uso indiscriminado de imágenes como prueba en debate político. «Mostrar una imagen y culpar es de una bajeza tremenda, tenga un mínimo de decencia», replicó el parlamentario republicano, quien pareció no tomar en serio las implicaciones de las evidencias presentadas. Sin embargo, Manouchehri se mantuvo firme: «La indecencia está en quienes callan ante la corrupción. Esto son hechos comprobados e irrefutables», reafirmando su posición y la de la oposición en la lucha contra la corrupción.
La discusión acalorada no solo resalta las tensiones entre los partidos, sino que también reabre las preguntas sobre la transparencia y los controles internos de las organizaciones políticas en Chile. Mientras el Partido Republicano guarda prudente silencio, desde la oposición resuena un claro llamado a la rendición de cuentas y a la investigación de los vínculos entre los políticos y criminales. Este caso, que ha cobrado visibilidad mediática, plantea un desafío mayor para la imagen del sector, generando presión pública para que se esclarezcan las acusaciones y se justifique la conducto de sus miembros en temas tan críticos para la sociedad chilena.














