La Secretaría de Educación Pública (SEP) difundió hoy un comunicado titulado «Ni un paso atrás en la erradicación de la comida chatarra», destacando un progreso significativo en la supervisión de escuelas a nivel nacional para garantizar que se cumplan los lineamientos destinados a erradicar la venta de productos ultraprocesados. El comunicado se produce en un contexto en el que diversas voces críticas han cuestionado el camino que está tomando la dependencia federal bajo la dirección de Mario Delgado, especialmente tras su reciente reunión con la organización CONMéxico, conocida por representar los intereses de las corporaciones de comida chatarra.
Las críticas hacia el Secretario Delgado han surgido incluso desde sectores alineados con políticas progresistas, como el exdirector de epidemiología Hugo López Gatell, quien condenó el acercamiento entre la SEP y el poderoso lobby de la industria alimentaria. Este grupo, conocido como CONMéxico, ha sido señalado por su papel en la promoción y defensa de las bebidas azucaradas y los alimentos fritos, que son considerados factores clave en el aumento de problemas de salud como la obesidad y la diabetes en el país. Por su parte, Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, enfatizó en su videocolumna que la influencia de estas corporaciones es un obstáculo formidable para implementar políticas efectivas de salud pública.
A pesar de las controversias, el comunicado de la SEP se mantiene firme en su compromiso de no permitir el regreso de productos ultraprocesados a las escuelas, apuntando a la Nueva Escuela Mexicana (NEM) como un eje fundamental en la formación de una nueva cultura alimentaria. En este contexto, se destaca el papel fundamental que desempeñan los educadores y padres en la promoción de hábitos saludables entre los estudiantes. La SEP asegura que esta estrategia fomenta una generación más sana, fuerte y feliz, alineada con las metas de desarrollo sostenible.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado sobre el alarmante incremento en el consumo de alimentos ultraprocesados y el impacto directo en la salud infantil. De acuerdo con sus informes, el número de niños en México que presenta sobrepeso se ha duplicado desde el año 2000, lo que genera preocupaciones sobre su desarrollo físico y cognitivo a largo plazo. Estudios han demostrado que la exposición continua a estos productos puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles, creando un ciclo perjudicial para la salud pública.
Finalmente, mientras la SEP busca avanzar en la erradicación de la comida chatarra, la presión de las corporaciones sigue siendo una realidad innegable. A pesar de los esfuerzos por parte de la educación pública, el camino hacia una reforma sostenible en la alimentación escolar estará marcado por el conflicto de intereses de las grandes empresas, como ha indicado la propia OMS. La confrontación entre el bien público y la rentabilidad empresarial plantea desafíos significativos para el futuro de la salud infantil en México, un tema que las autoridades deberán abordar con decisión para salvaguardar el bienestar de las nuevas generaciones.
