El ministro de Hacienda de Chile, Mario Marcel, ha sido víctima de un preocupante incidente de clonación de su tarjeta de crédito, un hecho que ha causado revuelo en el ámbito político y financiero del país. Según reportes del medio Meganoticias, Marcel notó en su cuenta gastos desconocidos que no reconocía, una situación alarmante que lo llevó a actuar de inmediato al regresar de un viaje oficial en España, donde participó en la IV Conferencia Internacional de Financiamiento para el Desarrollo.
Durante su estancia en Sevilla, entre el lunes y viernes de la semana pasada, el ministro no pudo imaginar que se convertiría en blanco de un fraude bancario. Esta noticia alerta sobre la vulnerabilidad a la que están expuestos incluso los funcionarios de alto nivel y, por ende, llama la atención sobre medidas de seguridad en el manejo de información personal y bancaria. Los gastos inesperados asociados a su cuenta fueron detectados al revisar sus transacciones, lo que instauró una preocupación constante sobre la privacidad y la seguridad financiera.
Al enterarse de la situación, Marcel tomó la decisión de iniciar los trámites necesarios para mitigar los efectos del fraude. Carabineros fue notificado de inmediato, tomando su declaración y ofreciendo el apoyo pertinente en este tipo de casos. A su regreso al territorio nacional, el ministro inició acciones para bloquear sus productos bancarios y activar el seguro que protege a los usuarios contra robos y fraudes, siguiendo el protocolo establecido por su banco para salvaguardar sus cuentas.
Es importante señalar que antes de cualquier acción relacionada con la protección de sus finanzas, Marcel debía presentar una denuncia oficial ante las autoridades, un paso crucial en la lucha contra el fraude financiero. La intervención de Carabineros fue rápida; el personal llegó a su domicilio para tomar su declaración formal con el fin de dar continuidad a la investigación y buscar esclarecer el origen de esta clonación.
Este incidente no solo afecta a Marcel a nivel personal, sino que también pone de relieve la necesidad de que tanto ciudadanos como figuras públicas tomen medidas más estrictas para proteger su información personal en un mundo cada vez más digital. Con el aumento de los delitos financieros, es imperativo que las instituciones financieras y la policía refuercen su colaboración para poner fin a estos delitos y proteger a los consumidores.












