Durante la reciente cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada en Tegucigalpa, los líderes de la región expresaron su respaldo a la candidatura de una mujer latinoamericana para ocupar la Secretaría General de las Naciones Unidas en 2026, tras la culminación del mandato de António Guterres. Esta declaración pone de manifiesto la disposición de los países latinoamericanos y caribeños para impulsar la representación femenina en organismos internacionales, un aspecto que históricamente ha sido descuidado. A pesar de que en el pasado solo un latinoamericano ha ocupado dicho cargo y ninguna mujer ha sido considerada para el puesto, la CELAC busca revertir esta situación durante la próxima elección.
Entre las potenciales candidatas se encuentran figuras destacadas como Alicia Bárcena, actual titular de Medio Ambiente de México y con una sólida trayectoria en la ONU, así como la expresidenta chilena Michelle Bachelet y la exvicepresidenta costarricense Rebeca Grynspan. Además, la primera ministra de Barbados, Mia Amor Mottley, también se perfila como una contendiente factible. En una reciente entrevista, Bárcena enfatizó la necesidad de realizar una «cirugía mayor» en la ONU, sugiriendo la eliminación del veto en el Consejo de Seguridad. Si bien se encuentra centrada en sus funciones actuales, no descartó la posibilidad de postularse, instando a respaldar a cualquier mujer de la región.
Michelle Bachelet, quien ha dejado un legado significativo en materia de derechos humanos, ha manifestado su interés en participar en la contienda. En declaraciones anteriores, la exmandataria chilena no dudó en expresar su deseo de ser candidata, lo cual eleva su perfil ante esta propuesta de la CELAC. Con su experiencia como exalta comisionada de la ONU, su nombre se vuelve cada vez más relevante en este contexto, creando expectativas sobre una competencia que podría llevar la representación femenina en la organización internacional a un nivel sin precedentes.
La declaración de CELAC recibió el apoyo de líderes políticos influyentes como Claudia Sheinbaum de México, Lula da Silva de Brasil y Xiomara Castro de Honduras. Lula, en su intervención, destacó que la elección de la primera mujer secretaria general de la ONU podría ser un paso decisivo para «rescatar la credibilidad de la organización en la región». Esta iniciativa no solo representa un avance significativo en la búsqueda de una mayor representación latinoamericana en arenas internacionales, sino que también subraya la urgencia de lograr la equidad de género en la política mundial.
Con la combinación de nombres de gran peso y un sólido respaldo político, la carrera hacia la ONU en 2026 promete ser un evento histórico que podría marcar un antes y un después en la historia de la organización. La CELAC no solo busca fortalecer la voz de América Latina y el Caribe en un ámbito tan crucial, sino también establecer un precedente que inspire futuras generaciones de líderes a seguir impulsando el cambio. En un momento en que la comunidad internacional enfrenta numerosos desafíos, la elección de una secretaria general proveniente de esta región representa una esperanza renovada para una gestación de políticas más inclusivas y equitativas.














