La Armada de Chile ha comunicado oficialmente que concluirá la búsqueda de los siete tripulantes de la lancha a motor Bruma mañana miércoles. El operativo, que ha movilizado múltiples recursos navales, aéreos y humanos, se concentrará en un rebúsqueda de superficie desde Coronel hasta la última posición conocida de la embarcación. El contraalmirante Arturo Oxley, comandante en jefe de la Segunda Zona Naval, detalló que los esfuerzos se han estado realizando con la colaboración de pescadores artesanales de las regiones del Maule y Biobío, quienes se unieron a la búsqueda con el objetivo de encontrar a los desaparecidos.
Oxley enfatizó en la complejidad de la misión, destacando que se han implementado ‘modelos de deriva’ en la planificación del operativo, herramientas que permiten identificar las áreas con mayor probabilidad de localizar a los eventuales sobrevivientes. A pesar del uso de tecnología avanzada y la participación de diversas agencias, los resultados hasta el momento han sido desalentadores. Tras un periodo considerado razonable de esperanza de vida, las autoridades decidieron intensificar los esfuerzos mediante un mapeo exhaustivo y exploraciones submarinas, sin embargo, hasta ahora no se han encontrado indicios positivos.
Durante el operativo, el buque Cabo de Hornos logró identificar dos puntos de interés que fueron objeto de investigación por parte de robots de empresas privadas. A pesar de los esfuerzos realizados, los resultados no han sido positivos, lo que ha añadido un sentimiento de desánimo entre las familias de los pescadores desaparecidos. Estas acciones reflejan la ardua labor de la Armada y la coordinación con otras entidades para intentar proporcionar respuestas y algún tipo de cierre a los seres queridos de los afectados.
En un gesto de respeto y solidaridad, la Armada ha organizado un acto ecuménico que se llevará a cabo mañana en la zona de búsqueda. Este evento tiene como objetivo rendir homenaje a los pescadores desaparecidos y ofrecer un espacio de recogimiento para sus familias. La ceremonia simboliza la esperanza y la memoria de quienes contribuyeron al sustento de sus comunidades a través de la pesca y que, desafortunadamente, se encuentran en una situación crítica.
La situación ha generado un gran interés y preocupación en la comunidad local y en el resto del país. La Armada de Chile, en su papel de salvaguardiana de la seguridad marítima, ha reafirmado su compromiso de seguir colaborando y apoyando a las familias afectadas. La noticia ha sido seguida de cerca por medios de comunicación, siendo un recordatorio de los peligros inherentes a la actividad pesquera en las aguas del país y la importancia del apoyo comunitario en momentos de crisis.














