La reciente demanda interpuesta por el presidente francés Emmanuel Macron y su esposa Brigitte Macron contra la influencer conservadora Candace Owens ha captado la atención de los medios internacionales. La denuncia, que consta de 22 cargos, fue presentada en un Tribunal de Delaware y acusa a Owens de haber difundido afirmaciones «falsas» sobre Brigitte, afirmando que esta es un hombre. Esta acusación no solo pone en entredicho la integridad de la primera dama de Francia, sino que también expone las tácticas que algunos individuos están dispuestos a emplear para ganar notoriedad y apoyo en la esfera pública.
La demanda alega que Owens ha llevado a cabo lo que se describe como una «campaña de humillación global» contra la pareja presidencial. El documento legal subraya el impacto emocional y social que tales alegaciones pueden tener sobre los Macron, quienes cada vez que aparecen en público deben lidiar con las consecuencias de estas calumnias. «Es invasivo, deshumanizante y profundamente injusto», se menciona en el escrito, resaltando el efecto devastador de las difamaciones en la vida de la pareja.
Entre las acusaciones más sorprendentes de Owens, se incluye la afirmación de que Brigitte Macron nació con el nombre de Jean-Michel Trogneux, el nombre del hermano de la primera dama, sugiriendo que ella habría transitado para convertirse en mujer. Esta narrativa ha sido categóricamente desmentida, ya que la propia Brigitte Macron nació bajo el nombre de Brigitte Trogneux. Según la demanda, Owens no ha mostrado disposición para retractarse de sus afirmaciones, a pesar de las tres solicitudes formales que le fueron enviadas junto con pruebas contundentes sobre la identidad de Brigitte.
La extensa moción de 219 páginas también incluye elementos visuales y digitales como capturas de pantalla de las publicaciones en redes sociales de Owens, así como productos que comercializaba en relación a las acusaciones, incluyendo una camiseta con un diseño que representaba a Brigitte Macron en una portada ficticia de la revista Time titulada «Hombre del año». Este tipo de merchandising ha sido criticado como una explotación de la difamación para fines comerciales, lo que añade un ángulo adicional a las alegaciones de la demanda.
Finalmente, el matrimonio Macron busca una indemnización por daños reales y punitivos, así como la cobertura de sus costos legales y cualquier otra compensación que el tribunal considere adecuada. Su objetivo es no solo reparar el daño causado por las afirmaciones de Owens, sino también enviar un mensaje claro sobre las repercusiones de la difamación y la desinformación en la era digital, donde las falsas informaciones pueden propagarse con rapidez y causar daños irreparables.
