El reciente aumento del 7,1 % en las tarifas eléctricas ha desatado la preocupación entre los gremios de pequeñas y medianas empresas (pymes) en Chile. Este aumento, que forma parte del cuarto incremento aplicado durante el mes de julio, es una consecuencia directa del ajuste semestral en los precios de la energía, tras un periodo de congelamiento de tarifas durante la pandemia. Las pymes, que son fundamentales para el tejido económico del país, están especialmente afectadas, ya que la electricidad es una de las principales fuentes de energía utilizadas en su operativa diaria.
Humberto Solar, presidente de la Confederación Nacional de la Pequeña, Mediana Industria, Artesanado y Cooperativas de Chile (Conupia), advirtió que el encarecimiento de la electricidad incide directamente en el costo de vida de las familias chilenas. Representando el 2,2 % de la canasta de consumo, un aumento en el precio de la electricidad repercute en la inflación, lo que posteriormente puede llevar a un aumento generalizado de precios en diversos productos y servicios. Esto implica un grave riesgo para la economía familiar, generando una cadena de efectos negativos que afectan la calidad de vida de los consumidores chilenos.
Desde el punto de vista del financiamiento, Solar resaltó cómo este escenario inflacionario puede complicar aún más la situación de las pymes, que ya lidiaban con altos niveles de deuda y restricciones crediticias. El Banco Central ha señalado que las alzas tarifarias y el aumento de la inflación podrían influir en la Tasa de Política Monetaria, lo que complica aún más el acceso a créditos para estas pequeñas y medianas empresas. En un contexto donde las pymes son vitales para la economía, la conjunción de estos factores podría resultar catastrófica.
Aunque el Gobierno ha anunciado un tercer subsidio eléctrico, Solar ha expresado su preocupación respecto a la eficacia de esta medida para las pymes. Si bien los subsidios pueden proporcionar un alivio para los hogares más vulnerables, no necesariamente benefician a las microempresas que enfrentan desafíos únicos en la gestión de sus gastos operativos. Solar enfatiza que es crucial implementar políticas que apoyen directamente a las pymes en esta etapa crítica, donde se vislumbran cifras preocupantes de desempleo.
En conclusión, el aumento del costo de la electricidad se presenta como un desafio inminente para las pymes y las familias chilenas. Las advertencias de Conupia deberían llevar a una reflexión más profunda sobre la necesidad de políticas efectivas que mitiguen el impacto de estas subidas tarifarias en la economía local. Con un enfoque proactivo, se podría evitar que las pymes se conviertan en una víctima más de esta creciente crisis tarifaria, garantizando así su sostenibilidad en un mercado cada vez más complejo.













