La reciente escalada de violencia en Ucrania dejó un saldo trágico en la capital, Kiev, donde un ataque a gran escala perpetrado por Rusia resultó en la muerte de al menos seis personas, incluyendo un niño de seis años. El gobernador de la región de Kiev, Timur Tkachenko, reportó que más de 50 personas resultaron heridas en la brutal ofensiva nocturna. Las autoridades, que temen que el número de víctimas pueda aumentar, indicaron que los impactos de los misiles causaron daños severos en 27 ubicaciones diferentes dentro de cuatro distritos de la ciudad.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, reaccionó con consternación ante el ataque, compartiendo un desgarrador vídeo en su canal de Telegram. En las imágenes se veía claramente la devastación causada, con edificios residenciales gravemente dañados y escombros esparcidos. «Bajo los escombros hay gente. Todos los servicios están en el lugar. Terroristas rusos», escribió Zelenski, denunciando la acción militar y subrayando la urgencia de la situación en la capital.
La incesante violencia y el sufrimiento humano llevaron al ministro de Exteriores de Ucrania, Andrí Sibiga, a hacer un llamado a la comunidad internacional para que actúe con rapidez contra el régimen de Putin. Sibiga instó a reducir a cero los plazos otorgados al presidente ruso para que muestre un comportamiento pacífico, restando credibilidad a las negociaciones previas. «Probablemente sea hora de actuar decisivamente. Putin debe entender que sus acciones han llevado a una escalada irreversible en el conflicto», afirmó.
La frustración de Ucrania se intensifica a medida que el 14 de julio, el presidente estadounidense Donald Trump impuso un plazo inicial de 50 días a Putin para firmar un acuerdo de paz. Ahora, este periodo se ha reducido drásticamente ante la inacción de Moscú. Sibiga criticó públicamente a Putin, describiéndolo como un «criminal de guerra» que deliberadamente ignora los llamados a la paz mientras continúa la destrucción y el asesinato de civiles inocentes.
El ataque de esta semana ha sido calificado por Sibiga como una noche «horrible» para Kiev, con edificios residenciales, escuelas y hospitales en ruinas. Las autoridades continúan trabajando para rescatar a las personas atrapadas bajo los escombros, mientras el balance de víctimas se mantiene en revisión, aumentando así la urgencia de una respuesta internacional ante la situación que vive Ucrania.
