Una nueva alza en las cuentas de energía eléctrica está prevista para este mes, lo que representa un desafío adicional para los hogares chilenos. Según las estimaciones, se espera que los costos aumenten en promedio un 7,1% a nivel nacional, lo que complicará aún más la situación económica de muchas familias. Esta subida de tarifas coincide con el inicio del invierno, una época en la que el consumo de energía se incrementa significativamente debido a la necesidad de calefacción. En este contexto, Miguel Torres, ingeniero eléctrico y académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de los Andes, ha señalado la importancia de adoptar medidas para mitigar el impacto del aumento de costos en los hogares.
Torres sugiere que las familias que buscan reducir sus gastos en energía consideren opciones como el uso de calefactores a gas en lugar de estufas eléctricas. Si bien esta alternativa podría requerir una inversión inicial significativa para la instalación de un sistema de calefacción diferente, el ahorro a largo plazo en las cuentas de electricidad podría compensar ese gasto. Sin embargo, también es crucial que las familias evalúen las condiciones de seguridad asociadas con el uso de calefacción a gas, ya que su implementación debe hacerse de forma correcta para evitar peligros.
Desde un punto de vista técnico, Torres proporciona un análisis de costos que favorece el uso de calefacción a gas en comparación con la eléctrica. Al calcular el costo de generar calor en una estufa eléctrica frente a una de gas licuado, se observa que el gas resulta ser un 13% más barato. Con un costo típico de $160 por kWh en electricidad frente a $140 por kWh para el gas licuado, la opción más económica se vuelve evidente. A raíz de esto, el especialista recomienda a los hogares que busquen maneras de optimizar su consumo de energía, comenzando por la apuesta por métodos de calefacción más económicos.
Además de elegir la fuente de energía, Torres enfatiza la importancia de mejorar la aislación de puertas y ventanas para maximizar la eficiencia del calefaccionamiento. Propone que contar con varios calefactores pequeños distribuidos en la vivienda puede resultar más efectivo que depender de un único calefactor de gran tamaño, lo que favorecería una distribución más uniforme del calor en los espacios vitales del hogar. La implementación de estas medidas no solo ayudará a reducir el consumo energético, sino que también permitirá a las familias adaptarse mejor a las condiciones climáticas invernales.
Por último, es crucial que los consumidores estén informados sobre los electrodomésticos que más energía consumen en sus hogares, especialmente durante el invierno. Miguel Torres menciona que los calefactores eléctricos, junto con otros aparatos como secadores de pelo y dispositivos de cocina como hervidores y hornos eléctricos, son los principales responsables del alto consumo de energía. A través de un uso responsable y consciente de estos dispositivos, sumado a decisiones informadas sobre la calefacción, las familias pueden mitigar el impacto del nuevo aumento en las tarifas eléctricas.














