Santiago Ramírez, de 37 años y conocido por ser hijo de la reconocida actriz Lorene Prieto, fue encontrado en un trágico accidente que ha dejado a la comunidad conmocionada. Ayer, fue hallado con ambas manos amputadas en un estado de shock, dentro de un domicilio familiar en Ñuñoa, donde supuestamente estaba realizando trabajos de remodelación. La situación se tornó aún más alarmante cuando su madre, preocupada por su bienestar tras no tener noticias durante un tiempo, decidió denunciar su presunta desaparición ante la 33ª comisaría del sector.
Tras el hallazgo, el joven músico fue trasladado al Hospital El Salvador, donde recibió atención médica y fue estabilizado antes de ser transferido a la Mutual de Seguridad especializada. Durante el proceso, los médicos y las autoridades se encontraron con un caso extraordinariamente complejo, dado el estado de Ramírez y las circunstancias en que se encontraron sus lesiones. El incidente está siendo investigado por el Departamento de Criminalística de Labocar, que busca esclarecer la dinámica de lo sucedido y determinar si hubo participación de otras personas.
La periodista Fany Mazuela, quien ha estado siguiéndole la pista a la noticia, informó que la familia de Santiago ha mantenido un perfil bajo, sin ofrecer declaraciones acerca de la situación. Sin embargo, se logró obtener información de amistades cercanas que revelaron que hay preocupación por el futuro de Santiago y la forma en que está manejando sus lesiones. «No se sabe cómo va a evolucionar… Es una investigación en curso y nada está descartado», señalaron, lo que añade mayor intriga al caso.
Según el capitán Carlos Castillo, quien está a cargo de la investigación, el Ministerio Público ha solicitado diligencias para determinar si realmente se trata de un accidente o si la situación podría haber sido provocada de alguna manera. A pesar de que inicialmente se ha descartado la participación de terceros, las autoridades continúan explorando cualquier hipótesis posible, ya que los antecedentes psiquiátricos de Santiago complican el análisis del incidente.
Ramírez padece esquizofrenia paranoide, un trastorno mental que puede provocar alucinaciones y delirios, lo que hace que la línea entre lo real y lo imaginario sea difusa en su vida diaria. Esto ha sido informado anteriormente por su madre y ha llevado a las autoridades a considerar la posibilidad de que sus lesiones pudieran ser autoinfligidas. A medida que avanza la investigación, el foco está en entender completamente lo que pudo haber conducido a una situación tan desgarradora para Santiago y su familia, quienes aún no han realizado declaraciones oficiales.
