La diputada de Maule, Consuelo Veloso, perteneciente a la bancada del Frente Amplio, se vio involucrada en un incidente que ha generado gran revuelo en la política chilena. El hecho ocurrió en la madrugada del martes en Valparaíso, cuando la parlamentaria fue detenida por Carabineros tras ser sorprendida conduciendo bajo los efectos del alcohol. Según los reportes iniciales, Veloso chocó contra una barrera de contención en el sector de 8 Norte, lo que llevó a su intervención por parte de las autoridades.
De acuerdo con los antecedentes proporcionados por Carabineros, antes del accidente, la diputada había sido víctima de un robo, donde delincuentes rompieron el vidrio de su vehículo y sustrajeron una maleta. En un intento por perseguir a los asaltantes, Veloso tomó la decisión de montarse nuevamente en su auto y, al realizar una maniobra en reversa, colisionó contra la barrera de contención. Este giro de los acontecimientos ha abierto un debate sobre la seguridad de los parlamentarios y su conducta en público.
Tras el choque, Carabineros realizó un test de alcoholemia a Veloso, confirmando que conducía bajo los efectos del alcohol. Esta infracción ha sido condenada por diversos sectores, que exigen una mayor responsabilidad por parte de los representantes políticos. Después de ser detenida, la diputada fue puesta en libertad por instrucciones de la Fiscalía, lo que ha generado reacciones mixtas entre la opinión pública.
Más tarde, la diputada Consuelo Veloso se trasladó al Hospital Gustavo Fricke en Viña del Mar para constatar posibles lesiones. En el centro médico, se le diagnosticó una herida que necesitará curaciones, motivo por el cual no asistirá al Congreso en esta jornada. La situación de Veloso plantea interrogantes sobre su futuro político y su capacidad para ejercer su labor legislativa tras este revés.
Desde el Poder Judicial informaron que la diputada no será sometida a control de detención, pero deberá comparecer ante un tribunal en los próximos días. Este caso resalta la importancia de la responsabilidad y el comportamiento de los funcionarios públicos, así como las repercusiones que pueden derivar de acciones imprudentes que pueden afectar su imagen y carrera. La sociedad espera respuestas claras y acciones concretas en cuanto a la conducta de sus representantes.














