Un reciente estudio de Laborum, en conjunto con la organización Grow-género y trabajo, indica que un alarmante 61% de los trabajadores en Chile ha experimentado situaciones de violencia simbólica en sus lugares de trabajo. Esta problemática se manifiesta a través de comentarios inapropiados relacionados con el embarazo o la maternidad, así como en la participación sindical y las responsabilidades de cuidado. Estos resultados son especialmente relevantes en el contexto de la pronta entrada en vigencia de la Ley Karin, que busca establecer un marco legal más robusto para proteger a los trabajadores de conductas que atentan contra su dignidad.
Diego Tala, director comercial de Laborum Chile, señala que las experiencias más comunes de violencia simbólica afectan particularmente a aquellos que son parte de un sindicato, a quienes están esperando un hijo o a aquellos que realizan tareas de cuidado. Esto pone de manifiesto un patrón preocupante de discriminación y acoso que afecta a sectores vulnerables en el ámbito laboral. Con la entrada en vigor de la Ley Karin el próximo 1 de agosto, las empresas tendrán la responsabilidad de adoptar medidas adecuadas para prevenir y sancionar el acoso laboral y la violencia.
Para que las compañías se preparen para la implementación de la Ley Karin, es crucial que inicien un proceso de información y capacitación de sus colaboradores. Este enfoque ayudará a los empleados a entender sus derechos y responsabilidades dentro del nuevo marco legal. Según expertos, este proceso es fundamental para garantizar que el personal esté consciente de cómo actuar en caso de enfrentar situaciones de acoso, promoviendo un ambiente laboral más seguro y respetuoso.
Asimismo, es imperativo que las organizaciones establezcan un Protocolo de Prevención del Acoso Sexual y de Violencia en el Trabajo. Este protocolo debe ser accesible a todos los funcionarios y debe brindar directrices claras sobre cómo proceder ante la necesidad de realizar una denuncia. La psicóloga Carolina Villas de Mutual de Seguridad subraya que la capacitación y sensibilización del personal son elementos clave para facilitar una transición efectiva hacia un cambio cultural que apoye la nueva legislación.
Además, las empresas deben crear canales de denuncia seguros y confiables. Javiera Correa, Chief People Officer de Buk, ha destacado que su organización ofrece un sistema online que garantiza la anonimidad del denunciante, fomentando así un ambiente de confianza entre los empleados. Por otro lado, la Mutual de Seguridad ha elaborado una guía práctica destinada a las PYMES para ayudarlas a cumplir con la Ley Karin, incluyendo la identificación de riesgos de violencia laboral y la creación de protocolos para la prevención y la investigación de conductas inapropiadas. La directora de Psicología de la UST Los Ángeles, Paulina Chávez Gómez, concluye que la promulgación de esta ley representa un paso significativo hacia una cultura de tolerancia cero contra toda forma de violencia laboral.














