La reciente reunión del Consejo del Banco Central de Chile concluyó con la decisión unánime de sus miembros, quienes evaluaron el entorno económico global y su impacto en el crecimiento de la economía nacional. En el tercer trimestre, los socios comerciales más importantes para Chile mostraron un crecimiento superior al anticipado, impulsado por un aumento en las inversiones en tecnologías emergentes y un mayor gasto fiscal en las economías avanzadas. Este contexto internacional favorable ha sido clave para el desempeño de la economía chilena y ha provocado un optimismo renovado en el mercado financiero local.
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) decidió recientemente reducir su tasa de referencia, y las proyecciones del mercado sugieren que se podrían implementar nuevos recortes en el próximo año. Este ambiente de tasas más bajas ha contribuido a una mejora significativa en las condiciones financieras a nivel global, reflejada en el comportamiento ascendente de las bolsas de valores y en el notable aumento del precio del cobre, que ha superado los 5 dólares por libra. Sin embargo, los analistas advierten sobre los elevados riesgos que podrían amenazar esta estabilidad, incluyendo la posibilidad de un deterioro inesperado de las condiciones financieras.
En el ámbito local, la bolsa de Santiago (IPSA) ha visto un aumento constante en sus índices, mientras que las tasas de interés de largo plazo han comenzado a descender en los últimos meses. El peso chileno se ha apreciado frente al dólar, indicando una tendencia positiva en los mercados de divisas. Aunque el sector financiero ha mantenido su estabilidad, la cartera comercial muestra señales alentadoras de recuperación, lo que podría augurar un crecimiento sostenido en el consumo y la inversión durante el próximo año.
El crecimiento del PIB no minero se mantuvo dentro de las expectativas, destacando el fuerte desempeño del sector servicios y, en menor medida, del comercio. Sin embargo, el crecimiento total del PIB se vio afectado por un desempeño más débil del sector minero. Por otro lado, la inversión en maquinaria y equipos presentó un crecimiento superior a las proyecciones, mientras que el consumo privado se alineó con las expectativas. Aunque el mercado laboral muestra signos de mejora, los desafíos persisten, con una tasa de desocupación que ha disminuido, pero con una creación de empleo que aún es limitada.
En cuanto a la inflación, tanto la cifra total como la subyacente han mostrado una disminución, situándose en un 3,4% anual en noviembre. Las expectativas inflacionarias a dos años son coherentes, con proyecciones de un 3% desde las encuestas de expectativas económicas. Según el informe del IPoM de diciembre, se prevé que la inflación alcance la meta del 3% para el primer trimestre de 2026, gracias a un comportamiento favorable de los costos y a la reducción de riesgos inflacionarios. El Consejo del Banco Central se centrará en las dinámicas macroeconómicas para ajustar su política monetaria, reafirmando su compromiso de mantener la inflación dentro de su objetivo.














