El sistema bancario chileno ha mostrado avances significativos en sostenibilidad, resultado del trabajo conjunto de instituciones financieras y organismos multilaterales. Según el informe ‘Sostenibilidad en el sistema bancario de Chile 2.0’, presentado en el evento de Finanzas Sostenibles del Cono Sur organizado por la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI), se observa un cambio notable en comparación con 2017, cuando solo un tercio de los bancos contaba con las herramientas básicas necesarias para una gestión ambiental y social eficaz. Esta evolución demuestra la creciente concienciación en el sector sobre la importancia de incorporar criterios sostenibles en sus operaciones.
El estudio no solo pone énfasis en los estándares de cumplimiento, sino que también resalta la imperiosa necesidad de integrar la sostenibilidad de manera más amplia dentro de las instituciones financieras. Existe una desconexión entre las unidades especializadas en sostenibilidad y el resto de la operación bancaria, lo que subraya la urgencia de involucrar a los clientes en los procesos de transición hacia prácticas más sostenibles. Esta integración es esencial para asegurar que las iniciativas de sostenibilidad se implementen con éxito y generen un impacto real.
Desde 2017, el panorama ha cambiado drásticamente, como lo afirma Carolina López, coordinadora de la Academia de los Principios de Banca Responsable (PRB) de UNEP FI. En este sentido, el informe señala que, a día de hoy, la totalidad de los bancos en Chile cuenta con un sistema de gestión ambiental y social, un avance notable frente al 36% registrado en el primer informe. Estos datos reflejan un compromiso consolidado del sector por adaptarse a los desafíos contemporáneos de sostenibilidad, buscando generar un impacto positivo tanto en el medio ambiente como en la comunidad.
Banco Itaú ha sido reconocido como un referente en sostenibilidad dentro del sistema bancario chileno, logrando resultados destacados en su estrategia climática. Este banco ha establecido objetivos claros, como alcanzar la carbononeutralidad para el año 2050, y se ha comprometido a medir y mitigar el impacto ambiental asociado a sus actividades y clientes. A través de préstamos etiquetados y créditos con compromisos ambientales, Itaú ha demostrado cómo la gestión responsable puede ir de la mano con el crecimiento financiero. Así, se posiciona no solo como un proveedor de financiamiento sostenible, sino como un actor clave en la transición climática.
La colaboración entre el sector público y privado ha sido fundamental para impulsar la agenda de sostenibilidad en Chile. Iniciativas como la Mesa de Finanzas Verdes, facilitada por el Ministerio de Hacienda, han creado un espacio en el que diferentes actores pueden trabajar juntos para superar los desafíos que enfrenta la región. No obstante, el informe destaca que aún persisten brechas en la capacitación interna de los bancos y en su capacidad de involucrar a los clientes. Este compromiso con la sensibilización y capacitación es crucial para garantizar que la sostenibilidad no se limite a un área específica, sino que se integre en todos los procesos de la banca.













