Más del 60% de los padres que se han declarado en quiebra en Chile entre 2022 y 2025 no poseen bienes a su nombre, según un estudio realizado por DefensaDeudores.cl en colaboración con la firma de análisis de datos Unholster. El informe revela que el 62% de quienes han acogido a la Ley de Insolvencia (N° 20.720) carecen de propiedades o vehículos registrados, lo que pone de manifiesto la precariedad económica que afrontan muchas familias en el país. Además, alarmantemente, el 94% de estas familias reside en inmuebles arrendados, lo que contribuye a una sensación de inestabilidad y vulnerabilidad en su situación financiera.
La investigación también indica que, a nivel demográfico, la mayoría de los casos de quiebra involucran a hombres de entre 35 y 54 años, representando el 56% del total, mientras que un significativo 32% son padres jóvenes, en el rango de 18 a 34 años. El fenómeno de las quiebras tiene una notable concentración en la Región Metropolitana, que concentra el 42% de los casos, seguido por la Región de Valparaíso con un 9,1%. Este panorama invita a reflexionar sobre las presiones económicas que enfrentan los padres en contextos urbanos y su capacidad para proveer a sus familias.
Ricardo Ibáñez, abogado y fundador de DefensaDeudores.cl, destacó que muchos de estos padres enfrentan la quiebra en silencio, una situación que va más allá de lo financiero, ya que incluye sentimientos de culpa y miedo. «No solo arrastran deudas, arrastran culpa, miedo y la angustia de no poder cumplir su rol como proveedores», comentó Ibáñez, subrayando la carga emocional que acompaña a este problema social. La quiebra, en este sentido, se convierte en un factor de estrés que afecta no solo la economía, sino también la salud mental de los afectados.
El informe también reveló el impacto familiar derivado de la insolvencia, con más de 1.287 hijos e hijas involucrados. ‘Más de medio millar de hogares ponen en evidencia un patrón que supera el déficit individual’, advirtió Antonio Díaz-Araujo, gerente general de Unholster. Esto resalta que la crisis financiera de un padre o madre no afecta solo su situación económica, sino que también repercute en el bienestar de sus hijos, convirtiéndose en un problema social y generacional que merece atención y soluciones.
Pese a este complejo panorama, el informe sugiere que existen alternativas para evitar la quiebra, destacando la Ley de Insolvencia que permite la renegociación de deudas. «Este mecanismo facilita aliviar la carga financiera, deteniendo los intereses y permitiendo acordar nuevos plazos de pago sin perder lo que tanto cuesta construir», enfatizó Ibáñez. Las organizaciones instan a los padres que se sienten sobrepasados a buscar orientación y asistencia antes de que la situación se torne insostenible, promoviendo acciones que les permitan recuperar el control de su vida financiera.














