Una adolescente ha compartido un testimonio desgarrador respecto a los trágicos eventos que se desarrollaron el pasado 10 de abril en las cercanías del Estadio Monumental, donde perdieron la vida Mylán Liempi, de tan solo 12 años, y Martina Riquelme, de 18. En una entrevista con CHV Noticias, la joven relató los momentos de caos y desesperación que vivió al ser empujada por una multitud de hinchas en plena agitación. Al caer al suelo, se encontró con Mylán, quien intentó levantarse y continuar corriendo, pero lamentablemente volvió a caer y ya no pudo levantarse nuevamente.
La joven narró que, al intentar ayudar a Mylán, una reja metálica le cayó encima, golpeándole la cabeza y provocando que cayera al suelo. En ese instante, un carro lanzagases pasó sobre la reja, causando que le aplastara la pierna y la dejara inconsciente. Su relato pone de manifiesto el descontrol y la desorganización en la atención de emergencia, ya que al recobrar la conciencia, se dio cuenta de que ni ella ni otros jóvenes heridos estaban recibiendo la atención médica necesaria.
A pesar de la presencia de carabineros en el lugar, la adolescente denunció que algunos de ellos estaban visiblemente afectados, llorando y observando lo sucedido, pero no tomaron acción. «Mylán sangraba profusamente y Martina estaba convulsionando. Nadie actuaba», expresó la joven, quien claramente se siente frustrada por la falta de respuesta ante una situación tan crítica.
Según su testimonio, una paramédica finalmente salió del estadio para evaluar a los heridos y examinó a Mylán y Martina, declarando que ninguno de los dos presentaba signos vitales. Este diagnóstico marcó un momento desgarrador para quienes presenciaron la tragedia. A pesar de la gravedad de la situación, el conductor del carro policial que llegó posteriormente también optó por no intervenir, aumentando la indignación de los testigos.
El relato de la adolescente concluye con su traslado al Hospital Sótero del Río, donde se verificó su ingreso y se detalló que presentaba lesiones atribuibles a un atropello por parte de un vehículo policial. Esta revelación ha permitido poner en el centro del debate la necesidad de una revisión profunda de los protocolos de actuación ante eventos multitudinarios, así como la urgente atención que requieren las víctimas en situaciones de emergencia.














