El Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) ha alertado sobre la presencia de un nuevo basurero ilegal vinculado a la industria salmonera, situado en el borde costero del Parque Nacional Isla Magdalena, en la región de Aysén. Este alarmante hallazgo se produce a raíz de un reciente informe que evidencia la existencia de residuos que abarcan 10 kilómetros de un área considerada de alta protección ecológica. Entre los desechos se encuentran boyas, plumavit, tuberías de HDPE y estructuras abandonadas que infringen claramente el Reglamento Ambiental para la Acuicultura (RAMA) y el Decreto Supremo N° 64/2020, que establecen la obligatoriedad para las empresas de mantener las playas limpias y libres de contaminación. Las compañías implicadas, como AquaChile y Granja Marina Tornagaleones, están bajo un estricto requerimiento de limpieza de la zona.
La directora regional de Sernapesca Aysén, Daniela Leiva, ha calificado la situación como «preocupante», subrayando la magnitud del daño y la gravedad de su localización. «Afecta a un Parque Nacional que es un área protegida de alto valor ecológico, lo que hace esencial elevar los estándares de manejo de materiales y residuos en el sector acuícola», comentó Leiva. La funcionaria enfatizó la necesidad de mejorar la coordinación entre las empresas para garantizar la limpieza y protección de estos espacios. Sernapesca ha asegurado que continuará supervisando de cerca la situación para asegurar que se cumplan las normativas vigentes y se protejan los ecosistemas de la región.
Tras la notificación realizada por Sernapesca, se han implementado medidas para la limpieza del área afectada. El Consejo del Salmón, en colaboración con AquaChile y Granja Marina Tornagaleones, coordinó actividades de limpieza y logró retirar 182 m³ de residuos en un plazo de diez días, cumpliendo así con la normativa establecida. Cabe destacar que esta rápida respuesta es fundamental no solo para revertir el daño causado, sino también para restaurar la confianza de la comunidad y de los organismos de regulación frente a una industria que ha estado bajo el ojo crítico debido a sus prácticas ambientales.
Sin embargo, este tipo de incidentes no son aislados. En febrero de 2025, se descubrió otro basural salmonero en las cercanías del río de las Minas, en Punta Arenas, donde, al igual que en Aysén, se encontraron boyas, redes y otros desechos ilegales. Organizaciones como el Comité Pro Defensa de la Flora y Fauna (CODEFF) han denunciado que las salmoneras a menudo utilizan playas no autorizadas y contribuyen al creciente problema de residuos en zonas remotas. Sernapesca ha realizado inspecciones aéreas que han comprobado hasta cuatro focos de basura, incluso cuando solamente un caso fue vinculado directamente a la acuicultura, lo que plantea dudas sobre la eficacia del control en este sector.
La gestión de los residuos en la industria salmonera ha mostrado serias deficiencias, llevando a Sernapesca a derivar casos de infracción a la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA). Las denuncias incluyen ocupaciones ilegales y falta de autorizaciones en Magallanes, lo que revela vacíos en la regulación actual. Aunque Sernapesca ha abogado por una mejor coordinación entre el sector público y privado, la repetición de estos incidentes pone en tela de juicio la efectividad de las medidas adoptadas. La Patagonia continúa pagando las consecuencias de una industria que no ha logrado establecer un ciclo adecuado para el manejo de sus desechos, desencadenando una crisis ambiental que afecta tanto a la flora y fauna como a las comunidades locales.














